Musica gratis y una reseña Indie-culturosa

jueves, julio 13, 2006

Of Montreal desnudan sinuosamente su sonido, como lo hacen las dos siluetas que ilustran el art-work de su nuevo disco, "The Sunlandic Twins". Un sonido claramente influenciado por las melodías de los sesenta, así como por los toques indies de guitarras y teclados desmarcados de mitades de los noventa. El trabajo sigue la linea de discos anteriores, aunque esta vez abandonando un poco más ese perfil basado en el pop puro, y adentrándose en la electrónica de nuestro siglo, sonando menos añejos, usando elementos como transformadores o samples, y dejando a un lado la psicodélia más evidente durante toda su carrera. Un paso adelante, tratando de renovarse y no caer en la estancación que provocaría no salirse de sus propias demarcaciones.

"The Sunlandic Twins" es un viaje policromo en el que podemos encontrar tonos amarillentos, como de fotografías antiguas, que nos proporcionan temas como "Réquiem for OMM2", algo beatleliana, así como "Forecated Fascist Future" o "Wraith Pinned To The Mist And Other Games", sin duda, uno de los hits del álbum. Por otro lado, topamos con los tintes metálicos y futuristas de canciones como "So Begins Our Alabee", aunque contengan cierta emotividad propia de los setenta y ochenta, podría ser directamente proporcional al indie electrónico actual, y que encontramos también en "The Party’s Crashing Us", en la que nos remontamos incluso a las máquinas de marcianitos, sin dejar por otro lado la contundencia de las guitarras y del pop-rock. La instrumental "Our Spring Was Sweet Not Fleeting" situada en el ecuador del disco nos demuestra esta nueva cara desconocida hasta el momento de Of Montreal, que repite en "Knight Rider". Tirando hacia tonalidades verdosas y esperanzadoras para el futuro de la banda, hayamos temas como "I Was A Landscape In Your Dream" o "Oslo In The Summertime", nueva ventana abierta a otras experimentaciones, cerrando con "Reprobate Inmortals" con piano de fondo y cierta dosis de groovy-pop incluído.

Los de Athens, liderados por el carismático Kevin Barnes, se han atrevido a dar un giro sobre ellos mismos para auto-inventarse y la prueba es inminente, lo han conseguido, y si lo han hecho ahora, quien sabe lo que pueden hacer más adelante, los que creían en ellos, ya pueden confirmarlo, para los incrédulos, la sorpresa queda servida, veremos de lo que son capaces...

Picate la cola para bajarte el disco, digo, la imagen.


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