Queremos palowii
miércoles, octubre 31, 2007
“¡ESCRIBE PECADOR, RAJATE LAS VENAS Y ESCRIBE CON SANGRE TUS ULTIMAS PALABRAS; PON TU MAILDITO NOMBRE AL FINAL DE LA HOJA!”
En su cabeza retumbaban estas palabras. Era la media noche de un día domingo, las calles dormían y ningún sonido se podía escuchar, sólo el tronar de un corazón que golpeaba contra las costillas.
Fausto lloraba sentado en el comedor de su casa mientras sostenía su bolígrafo. Detrás de él, una espesa nube de niebla gris ocultaba a un ser alado de oscura figura. Fausto se sentía al borde de la locura, una negativa onda de energía le producía ese malestar. “¿Vale la pena lo que hago?” pensó.
“¡NO LO PIENSES MÁS MALDITO HIJO DE PUTA, FIRMA QUE NO VINE EN VANO! -gritaba el hijo maldito de Dios, como si pudiera leer sus pensamientos- ¡O DE LO CONTRARIO YO MISMO TE VOY A MATAR, TE DEVORARÉ Y EN UN MINUTO TE VOY A DIGERIR Y CONVERTIR EN LA MIERDA QUE REALMENTE ERES!, ¡HIJO DE PERRA!”
Las débiles manos de Fausto temblaban al tiempo que la pluma se acercaba al papel. El ángel tomó su mano y la guió al calce de la hoja. Una gruesa gota de sangre salpicó el pliego.
Un último pensamiento para Margarita.
Estaba hecho, ahora fausto viviría joven eternamente.
EPILOGO:
Hey putos, neta caiganle a mi chante porque si se va a armar lo de las pelis zas???
En su cabeza retumbaban estas palabras. Era la media noche de un día domingo, las calles dormían y ningún sonido se podía escuchar, sólo el tronar de un corazón que golpeaba contra las costillas.
Fausto lloraba sentado en el comedor de su casa mientras sostenía su bolígrafo. Detrás de él, una espesa nube de niebla gris ocultaba a un ser alado de oscura figura. Fausto se sentía al borde de la locura, una negativa onda de energía le producía ese malestar. “¿Vale la pena lo que hago?” pensó.
“¡NO LO PIENSES MÁS MALDITO HIJO DE PUTA, FIRMA QUE NO VINE EN VANO! -gritaba el hijo maldito de Dios, como si pudiera leer sus pensamientos- ¡O DE LO CONTRARIO YO MISMO TE VOY A MATAR, TE DEVORARÉ Y EN UN MINUTO TE VOY A DIGERIR Y CONVERTIR EN LA MIERDA QUE REALMENTE ERES!, ¡HIJO DE PERRA!”
Las débiles manos de Fausto temblaban al tiempo que la pluma se acercaba al papel. El ángel tomó su mano y la guió al calce de la hoja. Una gruesa gota de sangre salpicó el pliego.
Un último pensamiento para Margarita.
Estaba hecho, ahora fausto viviría joven eternamente.
EPILOGO:
Hey putos, neta caiganle a mi chante porque si se va a armar lo de las pelis zas???