No sé que fue lo que paso.

Estaba viendo esa película llamada Hasta el Viento Tiene Miedo porque recuerdo vagamente que la vi cuando estaba morrito y era muuuuuy fans de las películas de terror, tan fans era que llegue a ver todas (pero neta, todas todas) las películas de la sección de Terror/Suspenso del videocentro que estaba por mi casa (videocentro Uhhhhhhhhh!!!!), y pues como estaba bastante curtido en esas ondas pues la película no me provocó nada de miedo y hasta se me hizo medio ceba y aburrida.

No estoy hablando de la nueva adaptación de esta cinta, Sí, no te hagas que no sabes cual, esta nueva película donde sale Martita Higareda, que no he visto pero me dan ganas de ver porque de seguro va a encuerarse y enseñar las chichis (ya ven que esa morra ha protagonizado los mejores desnudos injustificados en la historia del nuevo cine mexicano), sino de aquella película, no sé si llamar clásica o de culto, de por allá en los sesentas (1967), donde salía Marga López y un montón de viejas pelargartonas que ingenuamente querían hacer pasar como colegialas de internado para señoritas y todas hablaban así muy modositas.

A pesar de que vi esa película hace largo tiempo, mi opinión no cambio mucho al respecto, sin embargo ahora que han pasado muchas películas del género por mis ojos, puedo reconocer algunos aciertos como las atmosferas del filme y el excelente uso de las luces y sombras principalmente y los efectos de sonido que si te ponen en un estado de alerta preparando el susto (pero pues nomas es un pinche fantasma).

Bueno, el chiste es que cuando terminé de verla pues me hice mi chaquetita y me fui a dormir y en esas estaba cuando soñé que corría como queriendo llegar a algún lado pero pues mi destino cada vez se alejaba más y más hasta que me quedé envuelto en una pinche oscuridad bien cabrona donde sentía como si dejara de existir (como si desapareciera aquí) y alrededor de mi consciencia hubiera una presencia acechándome mientras me rodeaba. Me desperté todo asustado y sacado de onda.

Hacía mucho tiempo que no tenía pesadillas y esta, obviamente fue producto de la película que acababa de ver.

Pinche película, ni que fuera para tanto.