Cuando las ideas no bastar para materializar algo

Últimamente muchas ideas llegan a mi mente. La mayoría las escribo en una libreta que cargo conmigo para todos lados, las anoto en el camión, a un lado de mi cama cuando despierto en medio de un buen sueño, en un alto mientras espero el verde en el semáforo y son muy pocas las ideas que dejo ir.

Sin embargo, a la hora que quiero sentarme para desarrollarlas, siempre hay algo más interesante que hacer, una buena película en la tele, de repente se puso bueno el TL de twitter o hasta el regularmente de gueva, facebook, alguna amiga bonita subió una buena sesión de fotos “En la alberquita” o de “Vallartita” en traje de baño o bikini o poniéndose bien peda y haciendo duckface y sacando la lengua en un antro.

Me puedo alejar de las tentaciones y ponerme a tono para sentarme a escribir, pero a la hora que estoy frente a la máquina no sale nada.  Parlamentos insulsos que quedan lejos de concretizar las ideas que me golpean con la fuerza de epifanías, donde lo más difícil, que sería la creación, parece ya resuelto, pero el proceso artesanal de hilvanar palabras, de manera más o menos coherente y que resulten interesantes, es lo que me parece casi imposible y pasan horas y solo dos páginas de texto. La memoria me falla, el estúpido presente instaurado permanente en mi percepción me impide hacer uso de mis recuerdos y necesito recordar, alimentar con vivencias personales a esas ideas que buscan carne.

También tengo que escribir sobre la visita de Pear Jam a nuestro país (aunque esto la verdad no es lo que me tiene preocupado sino un proyecto más grande), un tema que de cualquier otra forma no tendría ningún impedimento para hacerlo, pero como es por encargo, la vieja costumbre de autosabotearme se hace presente y hay una especie de bloqueo parcial en donde las ideas salen claras, pero las manos son torpes al momento de golpear las teclas.

Por eso regreso a este blog, como siempre, este blog que inicialmente había adquirido la clasificación de distractor, al igual que twitter, que facebook, que la tele; creyendo que enfocar mi concentración en una sola cosa me ayudaría a que las palabras se soltaran, y aquí estoy otra vez aflojando las letras, escribiendo para estar en forma, leyendo para alimentar textos y formas y por una obligación moral que me entristece cada que no le doy de comer a Guanatos City Rock.

Por cierto, el otro día estuve buscando algunos textos para reciclarlos y me topé con muchos otros buenos escritos que, como este, tal vez no vayan a ninguna parte, pero me parecieron que estaban bien escritos y eran algo interesantes, o sea, me dio gusto tener un blog antiguo, con muchas entradas y creo que cuando lo abandone y algún despistado en el futuro llegué aquí podrá encontrar buen material para entretenerse un rato.