fin de semana sin fin de semana sin fin de semana sin fin...
martes, septiembre 06, 2011
Vaya que este fin de semana fue largo e intenso. Para no
perder tiempo en tantas vacías cavilaciones; comenzó el jueves cuando por
motivos de trabajo fui a un campamento en la primavera. El lugar, llamado Agua
Brava me gusta mucho y ya lo había visitado algunas veces antes, pero ahora
esta diferente, se nota todo el trabajo que han hecho en él y es un sitio muy
agradable que se mantiene de manera sustentable recolectando el agua de lluvia
y sus criaderos de lombricomposta e invernaderos.
La tarde del jueves participamos en un rally que no pudimos
terminar porque nos quedamos atorados tratando de encontrar la siguiente pista
que nadie pudo localizar (ni los organizadores), en fin, la verdad yo terminé
un tanto frustrado ya que mis compañeros se dieron por vencidos y yo realmente
quería terminar el rally. Después vimos una película que no sé cómo se llama y
sale la niña de Little Miss Sunshine. No era particularmente buena pero se
dejaba ver, era una de esas películas moralistas que traen mensaje y que se
supone pasaron para transmitirnos valores y ondas de esas, en fin la función
fue buena, había un chingo de golosinas (chocolates snickers y milky way, un
chingo de papitas, palomitas y dulces como eskuincles, mazapanes y paletas de
elote).
Después algunos compañeros se fueron a dormir y otros
sacaron una botella de tequila y otra de raicilla para acompañar la fogata. El
clima era agradable, no hacía frío y me fui a dar un recorrido nocturno por el
bosque. Todo estaba muy oscuro y en la soledad de los árboles sentía un poco de
emoción, miedo no, en ningún momento sentí miedo, de hecho no sé que sentía, no
pensaba en nada y si me hubiera caído sería como si nada hubiera pasado porque
nadie me habría oído (¿o como era?), estaba tranquilo, sin ningún otro
pensamiento más que escuchar los sonidos de las ranas y de los animales del
bosque. A pesar de que en la tarde habíamos localizado a una hermosa (y enorme)
serpiente de color gris, no tuve miedo e encontrarme con alguna, a pesar de que
tengo la idea de que me escapé del karma de ser mordido por una y que hay
posibilidad que algún día esa deuda sea cobrada.
Al día siguiente desperté a las 6 de la mañana y no pude
volver a dormir así que me salí de nueva cuenta a caminar por el bosque para
ver el amanecer pero no pude ver nada, el sitio está envuelto en árboles, pero
pude contemplar una escena casi surrealista donde un par de caballos pastaban
en los pasillos-jardines del complejo. El resto del día se fue en cursos
motivacionales donde los exponentes no se cansan de repetir que todo es posible
y que el éxito está ahí esperándonos a que estiremos la mano y lo alcancemos.
Viernes por la noche, de regreso a Guadalajara, no había
mucho que hacer, estaba muy cansado y el plan era quedarme en casa pero Flor
recibiría visitas y mi presencia salía sobrando,
así que aprovechando que había una reunión de excompañeros de la prepa, uno de
mis compañeros acababa de salir de la cárcel y sería su fiesta de bienvenida.
Debió haber sido un tanto raro para él, que de las primeras personas que viera
de regreso en la libertad sean excompañeros a quienes no veía hacía mucho
tiempo. Yo tengo especial aprecio por él ya que era de mis compas con los que
compartía ciertos gustos similares y fue él quien, años después, me llevó por
primera vez a Maruata que se convirtió en uno de mis lugares preferidos del
mundo.
Fue buena peda, además también asistió otro de mis
compañeros a quien no tenía esperanza de ver, uno al que le gustaban los comics
y hacía figuras con plastilina, quien escribió un libro de fantasía medieval,
algo así en la onda del Sr de los Anillos o algo así, quiero imaginar, y que me
pidió leerlo y darle mi opinión, el cual estoy esperando con mucho gusto, de
hecho voy a mandarle un correo para que no se olvide de mandármelo y no quede
todo en plática de borrachos.
El domingo, finalmente era un día muy esperado, el bautizo
de Poli, no es que me emocionara su iniciación a la vida cristiana o algo de
eso, de hecho yo cumplo con la misión de contrapeso en las creencias
religiosas, como el factor desequilibrante, pero en fin, no tengo porque
justificarme, un evento ceremonial que pretende ser espiritual y que une a las
personas por el amor es siempre algo bueno. Aunque lo que más bien todos
esperábamos era la fiesta, la cual, originalmente sería también el festejo por
el cumpleaños de Flor para hacer una pachanga en grande. Lo del cumpleaños se
dejó para más adelante, pero la fiesta cumplió con su cometido. Me gusta pensar
que todos se divirtieron, al menos yo lo hice y por lo que pude ver varias
personas también, me dio mucho gusto que el cotorreo fuera más familiar y con
amigos cercanos, mis papás estaban contentos y no paraban de bailar con Poli y
otros estaban muy pedos pero chistositos, la comida fue bastante buena y el
servicio estuvo a la altura, además todo terminó temprano y las 11 ya estaba en
mi casa y no tuvimos que limpiar ni recoger nada, valió mucho la pena.
Ayer lunes desperté sin cruda