Bloom, el disco primaveral de Beach House
martes, julio 03, 2012
Beach House tiene un estilo muy definido, guitarras que se repiten en una sola nota o en los sencillos arpegios hipnóticos de Alex Scally y una voz muy girly pero no del todo femenina, de Victoria Legrand quien, con su órgano, aporta el toque etereo que los coloca en el subgénero del Dream pop.
Formados en Baltimore, Maryland en 2004, tienen cuatro discos en su haber y Bloom es el más reciente.
Mith es el primer single, el cual puede escucharse en el sitio de Beach House, y también es el primer track de Bloom, lo que no es casualidad ya que las canciones tienen una especie de unidad conceptual (sin que se trate de un disco temático del todo) al encontrarse unidas por pequeños interludios, lo que significa que es un disco diseñado para escucharse en orden de canciones, de principio a fin.
Bloom es un disco hermoso, de armonías y canciones climáticas que van creciendo dentro de su simpleza, Lazuli, New Year, On the Sea (¿donde sea?). Se echa de menos la dulce tristeza que impregnaba su anterior placa, el excelente Zebra; ahora se respira alegría, música bonita.
No hay ninguna rola que se sienta de relleno, Wild, Other People (la cual vienen tocando en sus presentaciones desde el año pasado), The Hours y Wishes van haciendo caminar el disco por senderos de luz sin tener un solo momento bajo, llevando al límite los elementos esenciales de la agrupación. La verdad, dudo mucho que en lo que resta de su carrera, Beach House pueda lograr un álbum mejor que este, lo que augura un nuevo camino para la banda o la condena de repetirse.
La última canción, Irene, es monumental, excitante, el colofón ideal para un disco perfecto, un crescendo que revienta y explota poniéndole fin a un maravilloso material que una vez finalizado, la pista se extiende un par de minutos en total silencio esperando por un track oculto.
Para coraje de hipsters, el disco tiene un enorme potencial comercial y les aseguro que los escucharemos en spots de perfumes, películas y posiblemente en el final de temporada de How I Met Your Mother.
Formados en Baltimore, Maryland en 2004, tienen cuatro discos en su haber y Bloom es el más reciente.
Mith es el primer single, el cual puede escucharse en el sitio de Beach House, y también es el primer track de Bloom, lo que no es casualidad ya que las canciones tienen una especie de unidad conceptual (sin que se trate de un disco temático del todo) al encontrarse unidas por pequeños interludios, lo que significa que es un disco diseñado para escucharse en orden de canciones, de principio a fin.
No hay ninguna rola que se sienta de relleno, Wild, Other People (la cual vienen tocando en sus presentaciones desde el año pasado), The Hours y Wishes van haciendo caminar el disco por senderos de luz sin tener un solo momento bajo, llevando al límite los elementos esenciales de la agrupación. La verdad, dudo mucho que en lo que resta de su carrera, Beach House pueda lograr un álbum mejor que este, lo que augura un nuevo camino para la banda o la condena de repetirse.
La última canción, Irene, es monumental, excitante, el colofón ideal para un disco perfecto, un crescendo que revienta y explota poniéndole fin a un maravilloso material que una vez finalizado, la pista se extiende un par de minutos en total silencio esperando por un track oculto.
Uno de los mejores discos del último año que, según dice la gente ignorante de los mayas, le queda a la humanidad.