lunar Park 1
viernes, noviembre 10, 2006
Lunar Park comienza con una especie de reseña autobiográfica sobre la vida y carrera de Bret Easton Ellis. Para los que somos sus fans no es extraño conocer sus andanzas en los excesos de drogas, sexo (bisexual) y sangre, de las clases altas y el mundo del espectáculo, ¿sino, de donde salen todas esas historias contadas en sus libros? Ellis es un rockstar de la literatura, y es necesario saber esto para entender el libro ya que él es el personaje principal, y la ficción y realidad se van a mezclar en el desarrollo del libro.
Patrick Bateman es el antagonista de Lunar Park, el padre de Bret fue la inspiración para crear a este asesino despiadado, un young urban professional (YUPY) quien disfruta de asesinar sádicamente a sus víctimas.
No quiero meterme en todas esas ondas culturosas que trae el libro, la aclaraciones de que sus libros son una crítica acida de la sociedad gringa y el consumismo capitalista recalcitrante, referencias pop, vanidad, la superfiacilidad de la gente, el aburrimiento existencial y todas esas cosas, pero lo que sí quiero decir es que además estamos ante un libro de terror (un thriller), es de espantos y sustos, de miedo pues.
La historia comienza en una fiesta de halloween y Bret esta armado con dos ochitos de caspa del diablo (uno del boliviano pa su consumo y otro cortado para los gorrones), Bret va disfrazado de activista mexicano pro-mota (de “el mismo” dijo), sandalias, pantalones viejos y una camisa con la imagen de una hoja de mariguana y en la cabeza lleva un sombrero y una guitarra cuelga de su espalda. Ahora esta casado con una actriz con la que tuvo qué ver en su juventud y comparten un hijo (y una niña que es sólo de ella) al que no deseaba (Se negó a asumir su paternidad argumentando que el niño era de Keanu Reeves). Bret quiere reformase, dejar las drogas y el alcohol y convertirse en un responsable padre de familia, pero ésta noche es la fiesta de halloween y va a compensarse por los meses que lleva sobrio.
En la fiesta aprovecha para ponerse hasta el culo de pedo y fajarse a una de las alumnas de la universidad donde da clases, pero la morra nomás no le afloja las nalgas, pero en una de esas ve a un bato disfrazado de Patrick Bateman, con toda la pinta de yupy y su traje armani salpicado de sangre, y se saca de onda porque la persona que ve, es tal y como la imaginó cuando escribió el libro (y no como Cristian Bale en la película) pero la impresión se interrumpe cuando su hija lo busca para decirle que su juguete Terby no la deja dormir (el Terby es un pajarraco mecánico tipo como esos Furbys [me imagino yo]). Cuando sube al cuarto de la niña la luces comienzan a brillar a su paso y más la paranoia de la coca hacen que el ambiente sea muy lúgubre. Al llegar al cuarto no encuentra nada y decide meterse otra raya para calmar los nervios, pero en la puerta está el juguete diabólico en pose amenazadora, bien frik. Cuando va por él, descubre que el muñeco estaba apagado pero al levantarlo parecía que latía por dentro. Bret mejor corre a encerrarse en su despacho, acabar con la grapa y empedarse hasta quedarse dormido.