Que chingón, acabo de tener una especie de regresión superchingona y hacía años que no me pasaba. Hay veces que las imágenes, algún color, algún producto, un dulce, unos tenis, alguna playera, el olor de una casa (que todas las casas tienen olor y curiosamente no somos capaces de distinguir el de la propia) te traen recuerdos de tiempos lejanos que creías olvidados, supongo que a todos les ha pasado al menos alguna vez, y si no, pues qué pena, y digo lo anterior porque hacía muchos años que a mí no me ocurría y ahora que acabo de vivirlo estoy realmente emocionado que hasta me puse a escribir un post al respecto.
Creo que se trata de uno de los recuerdos más antiguos de los que ahora tengo memoria, no sé, tal vez tendría tres o cuatro años ya ninguno de mis hermanos aparece en este recuerdo. Mis papás veían la televisión por la noche, en el canal 13 de IMEVISION y había un programa que me daba TERROR, no recuerdo haber visto alguno completo, pero seguramente sí lo hice ya que me acuerdo de la introducción del programa y de los créditos finales, aunque con la pura introducción bastaba para asustarme y es la que se ha quedado grabada en mi memoria subconsciente. Recuerdo como mi cuerpo se estremecía lleno de adrenalina, y a pesar de que realmente sentía un miedo físico, algo hacía que no pudiera dejar de verlo, me gustaba tener esa sensación (ahora que me pongo a pensar, me doy cuenta que de ahí viene mi gusto por las películas de terror), una especie de emoción morbosa, tapaba mis ojos con las manos pero de inmediato abría un huequito para poder ver esas imágenes de esoterismo, siluetas de mujeres desnudas bailando entre llamas, Lujuria, Naipes, ruletas de la suerte, juegos de azar, un revolver girando, dando y dando vueltas (me ocultaba cada que me apuntaba en la pantalla), el diablo, Satanas, calaveras, la muerte, cartas de tarot manchadas en sangre, aterradores acercamientos a los caballos en un oscuro carrusel y las figuras parecían estar sufriendo con esas muecas eternas, todo con ese toque europeo de los 70, sucio, vaporoso danzando en una embriagadora canción que parecía repetirse por siempre, se quedaba en mi cabeza aún después de que terminaba el show.
No sé, el intro de esa serie resumía lo que en ese entonces para mí era el pecado.
La serie se llamaba Misterio en su Casa, su original es Tales of the Unexpected, y esta es la introducción de la que les estaba hablando.
Investigando sobre el programa, acabo de descubrir que estaba inspirado en cuentos del escritor Roald Dahl, mejor conocido por las adaptaciones cinematográficas de sus libros Matilda, Charlie y la Fábrica de Chocolate y El Fantastico Mr. Fox entre otras y según eso, el programa era en la onda de La Dimensión Desconocida, Cuentos de la Cripta o Amazing Stories (de las que sí me acuerdo) o así, pero con su inconfundible estilo británico.
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