Del otro lado 4

martes, marzo 31, 2015

Habían pasado la primer semana de vacaciones repitiendo la misma rutina todos los días; a Edgar y Javis no le molestaba pasar la mayor parte del día jugando Street Figter y las Tortugas Ninjas en casa de Fernando, pero también tenía a su completa disposición en vocho del 86 en perfectas condiciones, con la condición de ponerle gasolina y con la coperacha sacaban hasta para unas caguamas y una cajetilla de cigarros. Edgar nunca ponía dinero, las contadas ocasiones que su padre le daba algo era cuando encontraba unas monedas en el sofá donde su papá se quedaba dormido si es que ese fin de semana dormía en casa, donde eran común las amanecidas. Pero ninguno de sus amigos le recriminaba nada, y Javis, quien era el único que trabajaba, seguido hasta disparaba los tacos.
            -No hay pedo vato, yo picho- Decía siempre Abelino como si no le pesara quitarse la chamarra para prestársela a su amigo, en una tarde que de repente se puso fresca en la daban vueltas por la colonia gritándole a la gente, cosas que intentaban ser graciosas.
           -¡Ya déjala güevon! – Gritó el Marquillo por la ventana a una pareja que se besaba en una esquina esperando la combi.
Generalmente venían hablando de las pendejadas cotidianas que pasaban en el momento, pero Edgar, en agradecimiento por haberlo ayudado a recuperar su walkman, les había grabado un mixtape variado, con canciones que fueran del gusto de todos.
1.- High & Dry - Radiohead                7.- La Culebra- Banda Machos
2.- Una página más - Los Baron de Apodaca    8.- Nirvana - Territorial Pissings
3.- control machete-    Andamos Armados        9.- Caifanes - La celula que explota
4.- Montañas de Agua- Babasonicos        10.- Ice, Ice Baby - Vanilla Ice
5.- La Tapatía - El Personal                11.- molotov- Mas vale cholo
6.-Chalino - Flor Margarita                12.- Dos monedas- Ramon Ayala
Después de algunos minutos de silencio en lo que se daba vuelta el casette estaba una canción oculta que no estaba en la lista de la caja dibujada con una pluma de tres tintas, Alive de Pearl Jam y todos se ponían a menear la cabeza mientras cantaban:
“ohhh ahhhhh ahhh I stay alive ohhhh ohh ohh ahhhhhh ahhh I stay alive…”
. Pero la mayor parte del tiempo se la pasaban, zorreando a las mamacitas de barrio y hablando de calenturas.
-Vamos a Plaza del Sol-
-Nel, está bien lejos-
-Al cine a ver Batman
-Que gueva, Fernando tienen las películas chidas cinco meses después que salen en el cine.
-Bien poquito tiempo
-Ey
- A mi me vale verga mientras tenga mi caguama- dijo Billy al ritmo de la música que tronaba en el interior del vocho.
-Wey no mames, soñé que me fajaba a la Paty y que luego me pegaba unos güagüis– Dijo el Javis.
-Pendejo, hubieras soñado que te la cogías, porque no creo que vayas a logarlos ni en tus sueños, por lo visto.
-Yo soñé que me culiaba a tu mamá Abe– Dijo Marquillo
-Chinga tu madre wey, con mi jefa no te metas - La verdad, es que la jefa de Abelino era una señora muy hermosa, hembra sonorense que siempre estaba bien arreglada y no le daba verguenza mostrar su belleza como al resto de las ñoras tapatías.
-Es que la neta tu mamá tiene las chichis bien grandotas wey, bien ricas, bien jugosas.
-Ricas y jugosas esas plebitas. Hola mamacitas A dónde van tan solitas, si quieren les damos rait. Aquí se vienen, sentaditas en mis piernas.
-Simón, vénganse morras, a dar un paso mágico y misterioso por los confines cósmicos de esta ciudad- Dijo Javis, pero la neta, las morras solo se volteaban cuando Abe les hablaba, con su acento sinaloense preguntando sobre alguna de esas calles con nombre de número, pero de poco servía por la inexperiencia de fernando en el vocho que se le apagaba cada que disminuían la velocidad para acercarse a ellas.
Edgar sugirió buscar a Euri, no sabía dónde vivía, ni siquiera sabía donde era Jardines Alcalde, pero un presentimiento le indicaba que había probabilidades de que la encontrara, de cualquier forma, cualquier otro rumbo donde las calles no fueran como el centro.
-Amola, dále por Belisario hasta circunvalación- Javis conocía muy bien la ciudad  -por el canal 6-  interrumpió Marquillo a Javis, donde hacen Sixto en vivo- y de ahí le das para Tránsito y por ahí es- Fernando encendió un Marlboro Light y le subió a una rola de Nirvana que se salía por las ventanas.
 Continuara...

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Del otro lado 3

viernes, marzo 27, 2015

Para las vacaciones de Semana Santa Edgar ya se había hecho compa de muchos del salón que básicamente se dividían en los que le iban al Atlas y los de Chivas, que convivían en armonía hasta semanas antes del clásico, se armaban las cascaritas en los recesos, Edgar no sabía en cual equipo jugar; sus amigos del camino, al ser del norte, el futbol les valía madre y preferían el beisball. Fernando le iba al América, nomas por decir y porque en su cargo en el comité de deportes debía saber algo al respecto ya que junto con el profe de educación física, a quien paradójicamente le decían “el botas” por su gusto de la música de banda, debían armar la selección que los representaría en un torneo distrital de secundarias, en el que seguramente se toparían a los cucarachos de la 51.


El último día antes de las vacaciones la maestra de ciencias sociales, les pidió que formaran grupos de 3 y discutieran sobre el aborto y la eutanasia.
Pocas niñas le hablaban a Euri y los morros habían evolucionado el apodo de “jaladora” a “Panochita” debido a una ocación en la que se le marcó el camel toe en el short para la clase de educación física. Euri no daba importancia, se mostraba frívola e inmune a las habladurías, parecía que ni siquiera la molestaba, le valía madre y mataba el tiempo entre cambios de clases, arreglándose las uñas y leyendo la revista Eres. En realidad no era como la fama que la precedía, a Edgar no le fue difícil quedar en su equipo y se portó buena onda ante sus comentarios y la realización del trabajo se hizo amena y ágil, ya que también se había unido al grupo Nadia, “Nadia Tomaleche”, le decían por su rostro lleno de espinillas que se asemejaban a senos lactantes según los compañeros del salón, pero era de las más inteligentes de la clase.
Se enteró que Euri vivía en Jardines Alcalde, pero la empresa de su papá se encontraba por estos rumbos, por eso siempre venía alguien a recogerla.
continuara...

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Del otro lado de la calzada pt 2

viernes, febrero 27, 2015

En la calle, el sol calentaba la banqueta de asfalto y se podían ver las ondulaciones distorsionando el horizonte. Por ninguna de la rutas que había probado habían muchos árboles que hicieran sombrita en el camino para entrar a la escuela. Sabía que encontraría a los muchachos que le hicieron el paro para recuperar su walkman.
Por la tarde no había bronca, porque el viento fresco le permitía hasta ponerse el sweter verde para andar agusto. En el día hacía mucho calor y Edgar se amarraba el sweter por la cintura como sus héroes grunge. Al pasar por una cerca, un rotwailer asomó su enorme cara enseñándole los dientes intentando morderlo a través de los barrotes del cancel. Cuando se le bajó el golpe de adrenalina, tomó nota en su mapa mental de reconocimiento de la colonia, si quería sobrevivir ahí tenía que conocer el entorno.
    El único árbol del camino era un gigantesco que hule refrescaba la esquina donde unos morritos jugaban a ser inmortales, las raíces eran como troncos que levantaban la banqueta y llegaban a la puerta de un local de maquinitas de donde salieron los muchachos con unos refrescos en bolsita.


  • Hey que onda loco, caile con nosotros, amos pal mismo lado. ¿vives por aquí?
  • Simón -Contestó con timidez Edgar- Soy nuevo aquí, me vine a vivir con mi papá
  • Tus papás se divorciaron o qué
  • Calla imbécil, esas cosas no se preguntan. Disculpa a este idiota, soy Fernando Aldama- Se presentó el de la sonrisa de calavera, su trato era seguro y amable, Edgar ya lo conocía, toda la secundaria lo conocía, en parte porque era la segunda vez que cursaba el primer grado, además que formaba parte del comité de alumnos, su personalidad y seguridad lo hacían muy popular en la escuela- Él es mi primo Abelino que acaba de llegar de Tijuana.
  • ¿De Tijuana? yo pensé que eras de Sinaloa.
  • Cual Sinaloa pendejo- contestó Abelino soltándole un sope que no vió venir.
  • Hola yo soy Javier, pero me dicen el Javis, trabajo con mi papá en una tienda de electrónicos en López Cotilla, por eso te digo que está cagado arreglar tus audífonos- señaló los auriculares amarillos que descansaban en sus hombros, el cable recorría hasta dentro de su mochila.- Y este wey, es el Marquillos, el Cagón- Sin decir, agua va, Fernando le dió otro rápido sopapo en la frente..
  • Vete a la verga wey. Hay bien muchos de Sinaloa, se dejó venir el bandonón.
  • Esa fue por haber preguntado del divorcio. A este bato le pusieron el cagón porque un día se hizo caca en los calzones.
  • No me cagué pendejo, me eché un pedo con premio -los demás no pudieron aguantar la risa pero Edgar no lo hizo para acompañar a Maquillo en su silencio.
  • Y como le hiciste para limpiarte.
  • Deja eso, estaba bien lejos del cantón, habíamos ido a los cines de Revolución, y pos me metí al baño y me limpié con las trusas y las tiré a la verga
  • jajajajja- Y ahora si, Edgar no aguantó la risa- Yo hubiera hecho lo mismo- contestó y Marquillo le sonrrió con simpatía.- Yo soy Edgar.
  • ¿Y en qué salón vas?
  • En el A ¿Ustedes van en el D, verdad?
  • Ey, como supiste
  • Lo sospeché, el D es el de los Desmadrosos
  • Que pedo con el cucaracho del otro día, se quiso pasar de verga queriéndote robar tu walkman- Dijo javis.
  • Los de la 4 y los muertos de hambre de la 51 tenemos un pleito cantado desde hace muchos años. Es algo que se ha ido heredando de generacion en generación y es una rivalidad deportiva.
  • Además los de la 51 son chivas y los de la 4 atlas. Lo cual es una paradoja porque el Atlas no ha sido campeón desde el 51, o sea que tiene XX años sin ganar.
  • ¿Juegas Futbol? yo soy el consejal de deportes y estamos armando una selección para un partido contra ellos.
  • A huevo.
  • Te apesta.
  • Ven wey, súbete a la patineta, esta bajadita esta bien perra- dijo el Marquillo.
  • Nel, no sé andar en patín.
  • No hay pedo, te sientas en ella y nosotros te empujamos. Pásame tu mochila.
    Como si fuera una especie de rito de iniciación, Edgar obedeció sin mucha convicción, miró la calavera dibujada bajo la tabla, Zorlack alcanzó a leer antes de acomodar su  acomodando su trasero al final de la tabla y las piernas al frente. Los muchachos lo empujaban por la espalda hasta alcanzar suficiente velocidad para bajar la cuesta, las llantas de la patineta recorren el asfalto negro, Edgar se aferra a la tabla y su cuerpo se llena de rapidez, el sol le pega pleno en la cara y el calor se difumina con el viento que refresca su rostro sudoroso.


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