La Mosca vs el Rey Lagarto
martes, febrero 07, 2012
La realización de documentales sobre bandas de rock, llamados también rockumentales, no son nada nuevo, desde aquel mítico Woodstock o del fúnebre Gimme Shelter con la fatídica actuación de los Rolling Stones en Altamont, en el que, ya saben, los Hell Angels apuñalaron a un chico negro mientras sonaba Sympathy for the Devil, hasta el reciente documental de Pearl jam, Twenty, realizado por Cameron Crowe.
Pareciera que en los últimos años se ha establecido una
especie de moda debido al creciente interés de la audiencia por ver a sus
artistas favoritos en la pantalla grande, lo que ha llevado a una mayor
difusión en las salas de cine comerciales (que con excepción del Cineforo, son
las únicas que existen en Guadalajara), como ha sido el caso de Flight 666
sobre la gira mundial de Iron Maiden, Shine a Light (Rolling Stones) y No
Direction Home (Bob Dylan) del director Martin Scorsese; los rockumentales han
dejado de ser rarezas de colección para geeks musicales al ir ampliando su
público.
Tuve la fortuna de presenciar un par de ellos de forma
consecutiva por cortesía de la estación de radio RMX, el primero, en las
lujosas salas vip de Cinepolis Andares donde se exhibió From the Sky Down sobre
la grabación del emblemático Achtung Baby de U2.
The Fly

A pesar de las simpatías o antipatías que U2 pueda generar,
nadie puede poner en duda el nivel musical del Achtung Baby y su influencia en
la música contemporánea. Es verdad que ahora son vistos como el enemigo, al
apoyar la infame ley SOPA, o por el protagonismo megalomaniaco de Bono, quien
inclusive ha sido nominado al premio nobel de la paz (que hace dudar sobre la
seriedad de esos premios que entre otras curiosidades han nominado a Bob Dylan
para literatura, además del premio que le dieron a Obama por quién sabe qué),
pero hubo una época en la que U2 no apestaba, cuando lograron destronar al Rey
del Pop de las listas de popularidad y buscaban ir más allá de los horizontes
musicales que ellos mismos habían forjado, reinventándose en ese magnífico
disco, From the Sky Down da constancia de eso.
Lizard King

Johnny Depp se encarga de darle
coherencia narrativa las toneladas de material audiovisual original con el que
se hila una historia de tendencia argumental similar a la de la excelente
biopic de Oliver Stone (del que aún ahora es difícil sacarnos la imagen de Val Kilmer como el Rey Lagarto), y es bastante intenso presenciar los momentos históricos
en los que creaba esa música tan maravillosa, sus incendiarias actuaciones en
vivo, imágenes reales e íntimas de una época cuando la música es lo realmente
importaba.
Lo negativo de los documentales
es que corren el riesgo de convertirse en una versión definitiva de la historia
de los personajes que nos muestran, es decir, poner una última palabra sobre lo
que se pueda decir de ellos, inscribirlos en “imágenes de oro”, limitando la posibilidad
de contar la misma historia desde otra perspectiva. Sin embargo, hasta que
algún otro cineasta descubra algunas otras filmaciones ocultas y se atreva a
contradecir los cánones establecidos, nos quedamos con estas magnificas obras cinematográficas
de dos grandes bandas, a quienes dudo mucho, que cualquiera de los grupitos indies-hipsters que acaparan el panorama musical actual, puedan igualar algún día.
En lo personal, yo espero con ansias locas, Living in the
Material World de George Harrison