Meme Sexual

jueves, enero 31, 2008

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1.- Cuando estaba morro era común entre mi grupo de amigos y compañeritos de la primaria, pensar que las relaciones sexuales se realizaban a través del ano (o sea, del ano de las mujeres y el pito de los hombres, no vayan a pensar que del ano de uno mismo) y cuando me sacaron del error (bueno, tan errados no andaban ;) ) recuerdo que mostré mi indignación diciendo “no mames, que asco,¡ por ahí se mean!”. Claro que después me puse a pensar que por el otro lado se cagaban y eso era todavía más asqueroso, así que la idea del sexo vaginal ya no me pareció tan descabellada.




2.- La primera vez que me masturbé me dio un poco de miedo porque la verdad no sabía qué esperar, no sé, suponía que el único propósito de jalártela era que te salieran los mecos y embarazar a las viejas, no sabía nada del placer de los orgasmos; entonces, después de un buen rato de estarle dando y dando (tampoco sabía que tenías que inspirarte en algo, nomás lo estaba haciendo mecánicamente) sentí algo extraño en lo bajo de mi vientre y me detuve pensé que me iba a morir o como si me fuera a enfermar de algo. El resto del día no pude hacer otra cosa más que pensar en esa sensación y decidí intentarlo por la noche mientras me bañaba. Fue increíble, las piernas se me doblaron y mi mente se puso en blanco mientras esa electricidad que nubla los pensamientos me recorría de arriba abajo. Al día siguiente me masturbé frente a un amigo para enseñarle que ya me salían, tenía 11 años.




3.-A partir de ese momento me he masturbado la mayoría de los días de mi vida (tal vez han pasado 200 días desde ese entonces en que no lo he hecho), a pesar de haber tenido sexo de todos modos lo hago, es como volver a recordar el momento que acaba de pasar, coger de nuevo; a veces lo hago porque no puedo conciliar el sueño y en otras ocasiones porque no tengo nada que hacer.




4.-Estaba tan desesperado por coger que un día salí a callé, alterado, dispuesto a buscar una prostituta, pero como no tenía dinero estuve postrado a fuera del edificio de una vecina que estaba loca, pero no loca de “no mames ¡que loca esta esa vieja!” sino loca que padecía de sus facultades mentales, y según contaban los chismes en la cuadra, se la cogían los repartidores del agua y hasta los de la basura. Lo bueno es que nunca me la encontré, pero eso día me masturbe 6 veces (es mi record).






5.-Un amigo de la secundaría un día nos invitó a su casa a ver pornos, tomar cerveza y fumar, su padre era dueño de un videocentro (uuuuhhhhh, ¿recuerdan los videocentros?) y oviamente tenía una buena colección de películas, y pues ya, lo clásico, ahí estaba una bola de adolescentes jariosos con las pilinguillas paradas y tapando sus incipientes erecciones con cojines o suéteres y con la mano debidamente metida en el bolsillo jugando billar ehhh… de bolsillo. Y entonces mi amigo que se llamaba Poncho (sin albur) y era de Mazatlán nos llevó al cuarto de sus padres, en uno de los burós buscó una llave y del armario abrió un compartimiento de donde sacó algunos enormes consoladores y vibradores, hasta había uno de dos puntas. Eran réplicas muy similares a penes humanos (menos el de dos puntas) y al tocarlos se sentían duros pero esponjosos y suaves, “son como vergas de verdad” dijo mi compa el Poncho y entonces yo los olí y tenían un aroma extraño, como a pecado (dije pecado y no pescado, aunque bueno, si compreeeenden ¿verdad?) o algo así. Entonces otro amigo dijo “¿y tu papá para que chingados tiene unos consoladores? ¿No serán de tu mamá?” “No guey, mi jefe se los trajo de Las Vegas, de pura onda…” contestó el Ponchillo y en sus ojos vi que le caía un gran veinte. Ya no dijo nada y quitamos las pornos para mejor ver Batman y después la de Indiana Jones y la Última Cruzada. Cabe decir que nunca volví a ver a la mamá de mi amigo con los mismos ojos, además de que me dio buen material para inspirarme en mis practicas onanistas (en ese entonces el mejor material que tenía eran a las chicas del programa TVO o TV-Ohhhhhh o no se como se escriba)






Se supone que el meme, batón, chismografo o como quiera que le digan en estos tiempos, es de 10 puntos, pero me limité a poner solamente 5 ya que únicamente quise listar las ondas sexuales de mi temprana juventud hasta antes de perder mi virginidad, porque a partir de ahí se dejó venir una vorágine de pasión que ha desencadenado en un torrente de lujuria desmedida y sensualidad casi pornográfica y enfermedades venéreas que seguramente ofendería varias susceptibilidades o bien los dejaría con la verga parada o la pepa mojada todo el día.

Le paso el batón a… TI.

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