lunes, noviembre 08, 2010

Retomando proyectos que parecían estancarse.
Nadie dijo que sería fácil y siempre me he quejado de que a algunas personas las oportunidades y medios se les da mejor que otros, como yo, quien creo que me he resignado a ese destino, a batallar para lograr lo que consigo, a que la sopa se caiga en su trayecto del plato a la boca, a recorrer el camino largo y sinuoso en lugar de la autopista panorámica.
Yo creo que todas las cosas están conectadas unas con otras, que el destino es la suma de todos las acciones del mundo que coinciden en un momento y lugar para relacionarse con lo que tu haces y de alguna manera determina la ruta de lo que tú actuar, tal vez estoy diciendo estupideces, pero me gusta pensar que en mis acciones recae un peso planetario.
Estoy nervioso y he detectado que muchas de mis conductas se deben a acontecimientos muy importantes que se vienen, me va a cambiar el mundo otra vez y a pesar de que cada tanto tiempo ocurren estos cambios y no creo estar listo alguna vez para recibirlos.
Tampoco quiero decir que soy un barco a merced de la corriente, me gusta fluir pero también apunto a donde quiero ir.
Por eso busco mi equilibrio, busco seguir lo que me propongo y entregarme a lo que me pasa, entregarme a mis miedos, sin negar las partes oscuras que hay dentro de mí, pretendiendo imponer las necedades metafísicas o de superación personal o eso que llaman optimismo, más bien mi técnica es asimilar lo malo en mí y transformarlo en algo positivo. Soy blanco, soy negro, soy muchos colores, soy lo que soy y lo que he sido y todo lo que puedo ser.
Va por ti Ray.

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