martes, agosto 14, 2007


—Dile al Billy que se junte más contigo. No me gustan sus nuevas amistades.

—Pues yo cada que puedo trato de invitarlo a donde salimos y seguido acepta pero…— No supe qué más decir, pensé decirle que Billy era lo bastante grandecito para que tomara sus propias decisiones y que si bien, él todavía seguía viviendo en la casa de su madre, nosotros ya hasta estábamos casados y con hijos y hacía mucho que no éramos los niños a los que les podían escoger sus amigos; pero eran las patadas de ahogado de una señora preocupada al ver como todas las esperanzas sueños e ilusiones que se había formado sobre su hijo se habían ido lentamente a la chingada.

— Ahora se la pasa drogándose y no sé de donde trae tanto dinero a la casa. No trabaja y no hace nada en todo el día —Parecía que la señora estaba a punto de llorar, se le amarró la garganta y se quedó callada un momento, sus pupilas apuntaron hacia arriba pero no estaba viendo el cielo, más bien miraba hacia dentro, recordando, tal vez, a aquel chiquillo regordete de buenos sentimiento con el que jugábamos Atari o con el que nos íbamos a jugar beisbol. Yo, por mi parte, también me acordaba de aquel panzón al que los muchachos de la cuadra nos gustaba agarrar de carilla por ñoño, porque tenía un montón de juguetes de Star Wars y porque prefería el beis al fut.

Su familia llegó a vivir a la cuadra, proveniente de Hermosillo, cuando teníamos unos 12 años. Recién habíamos entrado a la secundaria y uno suele ser muy cruel a esa edad. Billy tendría un par de años menos y le costó mucho trabajo integrarse a nuestro grupo de amigos. Salía a la calle con una manilla con la que atrapaba una pelota que solitariamente aventaba hacia arriba mientras nosotros nos aventábamos eternas cascaritas futboleras. Sentía un poco de pena por el pobre “gordito” como rápidamente lo bautizamos y poco a poco lo invitábamos a unirse a los partidos, pero como venía del norte y allá casi no se practica el futbol, siempre era el último al que escogíamos, además de que era terriblemente malo y siempre terminaba de portero pero era casi seguro que el equipo donde le tocara perdería.

Lo chido es que tenía un montón de casetes de Atari y su mamá era bien buena onda y nos dejaba estar casi todo el día dentro de su casa encerrados en cuarto enviciados, hasta nos llevaba papitas con chile y agua de limón. Su cuarto estaba chingón, como el que cualquier niño hubiera soñado, tenía un juguetero repleto de monitos y naves de Star Wars, y posters de Sylvester Stallone y Chuck Norris, además tenía televisión y el Atari en su cuarto y cuando apagábamos las luces, las paredes se iluminaban con planetas, lunas y estrellas de color verde.

A pesar de todo eso, nunca se ganó nuestro respeto, a menudo no lo dejábamos jugar sus propios casetes y de pendejo no lo bajábamos, pero yo de repente le dejaba utilizar mi bicicleta o lo escogía en mi equipo para ver si así me invitaba a su casa para jugar videojuegos.

Un día los Dodgers de Fernando Valenzuela habían llegado a una final (creo que les dicen Serie Mundial, que de mundial no tiene nada) y todo el mundo estaba bien emocionado con el beisbol, así que fuimos a buscar a Billy para invitarlo a jugar con nosotros, ya que él tenía todo el equipo para poder jugar como se debe, manillas, bates, pelotas, y hasta cascos y peto de cátcher y ya no tendíamos que jugar con ramas y pelotas de hule con olor a fresa o uva. Pero a la hora de hacer los equipos sucedió lo mismo que cuando jugábamos Futbol y nadie lo escogió. Billy, enojado nos pedía que le devolviéramos sus cosas pero todos le decíamos que no estuviera chingando y nos dejara jugar, pero el Gordito lloraba y nos amenazaba con acusarnos con su mamá hasta que colmó mi paciencia y me lo agarré a patadas.

Se regresó llorando a su casa y poco después llegó con su madre quien enojada nos gritaba con ese acento norteño que nos sonaba tan cura: ¡Convenencieros! Y todos nos echábamos la culpa entre todos, pero una vez que se fueron apenas podían cargar todas las cosas y todos nos burlábamos de ellos arremedándolos, sacamos el balón y mejor nos aventamos un partido de fucho sin tantas complicaciones.

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Extraño a Euri (fragmento)

jueves, agosto 09, 2007


Extrañaba las cogidas de antes con Euri, cuando eran novios, como se la cogía en el carro de sus papás, en la casa de ella con sus padres dentro, en el parque a plena luz del día, en el baldío, en las construcciones abandonadas, y como ella de bajaba los calzones y se levantaba la falda para que él pudiera ver sus blancas y enrojecidas nalgas, como se la metía y ella por debajo le acariciaba los güevos, y la vez que lo masturbó en el umbral de su casa mientras se despedían después de checar, la saliva escurría de sus bocas que se les hacían agua mientras se besaban, explorándose con las lenguas y Euri le masajeaba su verga venosa que reventó en sus manos. O la vez que se corrió en su boca y ella se lo comió todo, lo bueno es que el carro era automático. Sí, como extrañaba a aquella Euri.

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3 de la madrugada.

viernes, agosto 03, 2007


Es la segunda vez que en esta noche venimos acá, a esta maldita colonia del Fresno, una de las más horribles de la ciudad. Casas viejas con colores desgastados, grisáceos, de gente pobre, que lucen manchadas por la nata de smog que flota todo el día sobre ellas.

La primera vez bastó un mensaje desde el teléfono celular para decirle al Portero que nos esperara afuera de su casa. La verdad nunca he sabido cómo se llama, es el portero de nuestro equipo de fútbol y viejo conocido de Radames, bastante malo por cierto, muchas de las goleadas que hemos recibido han sido por su culpa, seguro es porque le va a las chivas. Le daríamos los 100 pesos y nos iríamos a esnifar la porquería que vende, a alguna cantina o un bule de esos donde las que bailan son señoras con varias cesáreas encima, o bien, gatas gordas y prietas como un comal, que mueven sus suaves (eso sí) lonjas al compas de cualquier canción de Thalia o Paulina Rubio,

Y a fin de cuentas eso fue lo que pasó. Primero la cantina y una vez que nos corrieron fuimos a la zona (allá por Medrano y la Sesenta y tantos [Sesenta y nueve probablemente]) donde nos metimos a un lugar llamado Kaliman y entre viejas encueradas y pornos en las pantallas gigantes, nos chingamos una botella de tequila “Jalisquito” (¿Jalisquillo?) que sabía horrible pero ponía chido; o más bien, casi ni ponía gracias al perico que le compramos al Portero en una rápida pasada.

Pero todo se acaba, menos las ganas de meterse más cochinada y seguir pisteando. Lo bueno es que la quincena aún no lo ha hecho, pero en cuanto llegue a mi casa, Euri se encargará de ello.

Yo no sabía que el vato tiraba droga, le dije al Rada y él me comentó que todos los de el equipo sabían, ya que el cabrón se había hecho publicidad bien machín y a la primera oportunidad le gustaba presumir que según él era narco, pero en realidad vendía droga para sacar lana para pagar los pañales de su hijo.

Pero ahora el Porter no nos contestó y aquí estoy esperando como pendejo que el Rada haga el conecte. Todo nervioso y paranoico en estas calles mal alumbradas, semioscuras y con esa maldita luz amarilla del alumbrado público que ponen en todas las colonias jodidas, donde en cualquier momento te pueden asaltar.

Algunos metros adelante del carro, hay unos cholitos fumando quién sabe que, que hiede como a acetona o a hule quemado y apenas alcanzo a ver cómo le dan unas jaladotas de un denso humo blanco a un bote de cerveza. Por el retrovisor veo que al fondo de la calle, las sombrías casa se iluminan con fugaces luces rojas y azules (los colores de las pinches chivas) y mi corazón comienza a bombear el atole que por mis venas corre en lugar de sangre. Ya nos cargó la chingada. Bueno, a mí, el Rada está adentro de la casa del Porter parando la cois. Lo bueno es que no traigo bronca encima, lo malo es que la traigo toda adentro y no creo poder disimular la placota que me cargo. Entonces cierro los vidrios polarizados del coche y trato de hundirme lo más que puedo en el asiento, pero una linterna ilumina el interior del carro. Era lógico que se pararan, no se ven muchos de estos carros por aquí, en un lugar tan jodido. Ya valí verga.

Pero la luz de la linterna se vuelve hacia la esquina, donde los cholitos pegan carrera y la camioneta arranca a todo tras ellos. Desde la reja de la casa de enfrente, cruzando la calle, Radames me hace señas de que venga y me saca un pedote porque está ahí en silencio, hablándome con la mano como una pinche aparición. El rush de adrenalina no ha abandonado mi sistema y al bajar del carro mis piernas flaquean. Si todavía había algún efecto por la cocaína dentro de mí, con el susto no ha quedado nada, solo el ansia por conseguir un gramo más para acompañar la botella de Smirnoff que pendejamente dejé en el carro, porque el Portero nos invita a pasar a su casa. De perdida me hubiera traído el vaso con el desarmador que me estaba chingando. Su torso está desnudo y muestra orgulloso una prominente barriga, sus ojos pequeños y nariz chata, cabello negro ensortijado y la piel morena (Canto de pasión y arena) pinche música del bule aún no sale de mi cabeza, bueno, luce como todos los cabrones albañiles que le van a las chivas.

Pinches cabrones —dice— Se la pasan pasando toda la noche. Pero no hay pedo ¿eda mi Rada? Ya los tengo apalabrados.

No puedo distinguir bien dónde estamos, todo ésta muy oscuro. A pesar de que la última vez que miré mis ojos en el espejo para jalar un par de rayas con un billete de dos dólares que Radames utiliza exclusivamente para esos fines (super naco la neta), mis pupilas estaban tan dilatadas que el verde de mi iris había desaparecido por completo y me tripié pensando que mis ojos se habían vuelto negros porque se me había metido el diablo o algo así. Y ahora no sé cómo estén pero supongo que normales porque apenas alcanzo a reconocer los azulejos bicolores como tablero de ajedrez en el largo pasillo de esta especie de vecindad, y las casa son tan idénticas que parecen ser el reflejo de las de enfrente.

No sé cuantas viviendas pasamos y nos metemos en la única que tiene las luces encendidas. Huele como a naranjas podridas. En el diminuto interior lo primero que se nota es una televisión de plasma de sepalachingadacuantas pulgadas, después un horrible poster, un poco más chico, del Bofo Bautista cuando jugaba para las chivas. Asco, que mal gusto, la neta, digo, entiendo perfectamente que no a todos les caiga bien el gran Cuatemoc Blanco, pero la verdad yo nunca podría un poster del Jorobado de Nuestra Señora de Tepito en la sala de mi casa, además que Euri no me lo permitiría jamás, pero una tele como esa no se vería nada mal en mi sala.

Los muebles son de estilo clásico, los sillones acá, de terciopelo rojo con madera y se ve que le costaron una buena lana a este cabrón (a pesar de que son horribles) y de verdad me pregunto cómo le hizo para meter todas esas cosas aquí, en esta miserable pocilga de estilo Art Narcó (o Art Nacó, mejor dicho), jajajaja, ahora sí, literalmente, me cae.

Jajajaja, lo que pasa es que viene banda bien placa, que se ponen a quemar acá afuerita toda la noche y pues nomás andan calentando la zona— dice el Portero.

Pero tu aquí eres el mero chingón ¿Qué no? Ya llevas rato tirando y nunca te han hecho nada— dice el Rada

Pos si no creas, me cuesta mucho mantener a estos cabrones a raya.

Y yo lo que quiero es meterme unas rayas. Hay que hacer la compra y largarnos a la chingada. ¡Que péndejo! Además de no haber bajado mi desarmador, no sé si le puse seguro a la puerta del carro y ojalá que no se lo vayan a robar. De haber sabido que estos cabrones se iban a poner a cotorrear.

Miro de un lado a otro la minúscula sala-comedor-estudio-cocina-casa y al toparme la pelona jeta del Bofo me dan ganas de soltarle un putazo a alguien. No dejo de morderme los labios y marcar con el pié el ritmo de una inaudible canción de Speed Metal. Mi boca está seca.

—Eh guey ¿no quieres una cerveza? — Me pregunta el Porter y es obvia la respuesta, así que se va al fondo de la casa (es un decir) y saca un par de Soles en botella no retornable.

Apuro el trago y esta vez no intento hacer el chiste mil veces contado de ponerme a bailar como el marica de John Travolta en Pulp Fiction para después decir “Twist to open”. Y el amargo sabor de la cerveza más culera del país baja los últimos residuos de esa alcalina masa de mocos que se atora en donde la garganta se une con la nariz cuando estas periqueando.

Otro trago más para ver si el alcohol apendeja la estúpida adrenalina que hace que mi corazón no deje de latir. Ya cabrón, ya estás seguro aquí, ya no va a pasar nada y la patrulla hace tiempo que se fue, relájate. Me digo. Ni quien se acuerde de la pinche patrulla ahorita, lo que yo quiero es conseguir la coca y largarnos a la verga de aquí. Me contesto.

Pero a estos cabrones no se les ve nada de prisa, nomás les falta ponerse a ver la supertelevisión me cae.

—A ver, aguántenme— Dice el Portero checando su celular que cuelga con un clip de su short del Barcelona F.C. Para tener una tele muy chingona, su cel está bastante pinche. Sale al pasillo y se escucha que se abre un cancel. Junto al Portero entra un morro de unos 19 años, se ve fresita, con cara atractiva y un tanto femenino. Lleva unos tenis Puma de gamuza roja, pantalón de pana café que se arrastra al caminar, playera con la lengua jugosa de los Rolling Stones y una boina también de pana que usa al revés sobre una cabellera que le llega a los hombros. Su cara es bonita, su nariz estilizada, me le quedo mirando fijamente y soy consciente que lo observo y pienso si no se me estará saliendo lo joto, porque siento un leve cosquilleó en el vientre, cuando después de haber pasado horas viendo viejas encueradas bailando y sentándoseme en las piernas para que les invitara un trago (que no lo hice), mi verga no pareció dar señales de vida ni una sola vez. Paro naaaa, todo desaparece cuando el bato se da cuenta que lo miro y me saluda como compas erizos parando droga en la madrugada.

El guey se despide y el Portero lo acompaña a la salida. En la forma de matar la bacha se conoce al buen atizador.

—Guey. Ya compra la chingadera y larguémonos de aquí a la verga— Digo.

—Pues yo ya no tengo lana cabrón. Tú eres el que andaba de caliente por venir, y ahora si que tú dirás cuanto compramos. Tu boca es la medida— Dice Rada y me caga que hable así porque me suena a que hay albur en sus palabras.

Busco en la cartera y solo encuentro un billete de 100 pesos. Lo bueno es que el chivo (guacala) de Euri lo clavé en los calcetines. Lo malo es que ya no va a quedar para comprar los jugos y hielos para chingarnos la botella, total, voy a agarrar unos 100 baros, no creo que haya tanto pedo. Me la pienso para darle el billete.

Cuando el Portero regresa, por fin pregunta que cuánto vamos a querer y le doy el ciego. Pero todavía se queda cotorreando un buen rato antes de meterse al único cuarto por la mercancía.

—Guey, ¿no quieres venir con nosotros? —Pregunta el Rada —Ahí traemos una botella de Vodka esperando que le partamos la madre.

No guey, gracias. No puedo, hoy es el día bueno y apenas va llegando la banda desvelada.

Del cuarto sale un bebé de algunos 3 años de edad. Tal vez la misma edad que mi hija Ariel. Se ve mugroso, con las piernitas chorreadas y cenizas, una abultada panza lombricienta y dos ríos de mocos secos que le escurren de la nariz hasta el cuello, lleva un hinchado pañal que apesta a miados, su piel era pálida, como si estuviera enfermo o se fuera a morir.

Al niño no parece extrañarle nuestra presencia y se me queda mirando con sus ojos adormilados y lagañosos y el Portero sale de su cuarto con un par de papeletas en la mano. Rada toma una y yo la otra, el Portero agarra al niño de la mano para regresarlo a dormir a la cama que seguramente comparte con él y su esposa, y le pregunto si puedo meterme unos jalones en su casa antes de irnos.

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SE SABE QUE ALGUIEN ES TAPATÍO O HA VIVIDO MUCHO TIEMPO EN GUANATOS CUANDO:

lunes, julio 30, 2007

-Le pone limón a sus tacos al pastor y más que al pastor taco de chile.
-Toma chesco en vez de refresco.
-Le dice mijo o mija a cualquier wey que nunca a visto.
-Dice EY o SIMÓN en vez de SI.
-Dice 'me volaron' en vez de 'me robaron'.
-Piensa que el tren ligero es el mejor medio de transporte.
-Nunca visita el centro mas que pa' comprar en una mercería, uniformes, tela, o algo pa un trabajo de la escuela.
-Se estaciona en el
camellon.
-Conoce al menos una FARMACIA GUADALAJARA y un OXXO.
-Conoce por lo menos dos sucursales de TELAS
PARISINA.
-Conoce los tacos sahuayo y las tortas de la playita.
-Va al cine los miercoles.
-Dice NO MAMES!!!!! NO CHINGUES!!!! por lo menos 10 veces al dia.
-Ha estado por lo menos una vez en las fiestas de Octubre.
-Va a comprar tortillas con un trapo en la mano.
-Cuida a Chapala no lavando su carro.
-Ha comido jericallas.
-Ama las tortas ahogadas
-Come buñuelos.
-Le gusta bailar Banda y punchis punchis.
-Ha estado en el estadio jalisco por lo menos una vez y piensa que esta PADRISIMO.
-Dice 'eda' en vez de 'verdad'.
-Dice 'pos' y 'pues' y de vez en cuando ambos ala vez.
-Entiende la diferencia entre 'jitomate' y 'tomate'.
-Diferencia lo que es una hormiga y lo que es un asquilin.
-Se nutre con la vitamina 'T': Tacos, Tequila, Tepache, Tortas ahogadas, Tostadas, Tejuino.
-Sabe que el Tonaya y el Jimador te deja ciego.
-Dice 'ira' en vez de 'mira'.
-Dice NEL en vez de no.
-Le encantan los Simpson.
-Asegura que un 'morete' es un pequeño golpe y un 'moreton' es un buen madrazo.
-Se ha trepado a todos los juegos en Selva Magica.
-Ha ido al tianguis del sol, al de zapopan, al de Santa Tere, al del chopo (cultural) o a cualquier otro!!!
-Sabe que el cerro del cuatro se llama asi por el canal.
-Sabe que el atlas tiene mas de 54 años sin ser campeon.
-Esta molesto que ahora en vez de decir Carrefour tenga que decir Chedrauoiuuouiuouoyi o lo que sea!.
-Piensa que Plaza Galerias esta perrona!.
-Ha ido o al menos conoce la plaza del 'ELEFANTOTE' (centro magno).
-Sabe quien es jorge vergara.
-Se pone pedo cada que va de antro.
-Ha ido por lo menos una vez al grito el 15 de Septiembre.
-Ha visto un castillo de fuegos artificiales en el templo.
-Ha armado un tremendo argüende en la MINERVA!.
-Sabe que el 12 de octubre no hay clases, no por el 'Día de la raza o descubrimiento de america y el aniversario
de la fundacion de la Universidad de Guadalajara' Sino por que es la llevada de la Virgen de Zapopan!.
-Dice cosas como 'chin!', 'ay wey', 'chido', o 'casi casi'.
-Sabe que Guanatos significa Guadalajara y no Guanajuato!!.
-Ha bailado el Son de la Negra, el jarabe tapatio, o Guadalajara, Guadalajaraaaaa.
-Sabe que Galilea Montijo trabajo en el Cucurrucucu, y que este lugar es un Teibol!.
-Sabe tambien que 'Ramses' no es un faraon y 'Ballena' no es un acuario, sino un bule!.
-Fue, va o planea ir a la Universidad de Guadalajara.

-Veia Sixto, Lalo y Lagrimita!. O concursaba en estos programas!!!!!
-Ha ido al menos una vez a San Jhonny shopingcenter (San Juan de Dios) y salio de alli con muchas pelis, discos o lo que sea pero todo pirata!.
-Sabe que Guadalajara es la ciudad mas bella de Mexico aunque no haya ido a ningun otro lugar del pais!!!!.
-Conoce o ha comido los lonches de amparito o lonches de los 3 compadres.
SI TE IDENTIFICASTE CON UN BUEN DE ESTAS COSAS ENORGULLECETE, ERES (igual que yo) UN BUEN
TAPATIO!!!!

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jueves, julio 26, 2007

Sharon Tate - Babasonicos (guitar chord)

e             C7
angel de Santán
e C7
lunática endemoniada
e Csus4 esus4 B7
blonda beldad, sierva del mal

e C7
agua tónica
e C7
beberas de mis manos
e Csus4 esus4 B7
princesa de ca - lifor - nia

ESTRIBILLO:

E B7 B7sus B7 E
lu-ci-fer la espera
A5 a
viaja intoxicada
E B7 B7sus B7 E
ul-tra velocidad
A5 a E
nada puede detenerla
A5 a e
el diablo debe poseerla

e C7
daltonica
e C7
chica bond abandonada
e Csus4 esus4 B7
autoridad galác - tica
e C7
babasónica
e C7
sharon tate resúcitada

ela es propiedad diabólica

ESTRIBILLO:

E B7 B7sus B7 E
lu-ci-fer la espera
A5 a
viaja intoxicada
E B7 B7sus B7 E
ul-tra velocidad
A5 a E
nada puede detenerla
A5 a
el diablo debe poseerla

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Separadas al Nacer

miércoles, julio 25, 2007



LEONEL MESSI

Y


ALFRED E. NEWMAN (Para aquellos ignorántes, el que sale en las portadas de la revista MAD, aunque creo que con verle la jeta esta explicación sale sobrando)

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¿Qué esta pensando Beckham?

lunes, julio 23, 2007

Robado de con Jai

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Beckham observa desde un palco como su nuevo equipo Galaxy cae por 3-0 ante los Tigres, un equipo regularzón mexicano. ¿Qué crees que pueda estar pasando por la mente de este jugador en estos momentos?

1.- ¿Qué pedo?

2.- ¿Soy campeón reciente con el Real Madrid?

3.- ¿Todavía me querrán allá?

4.- Creo que me queda un mundial y listo.

5.- Igual con el dinerote que me dieron realmente no tengo que hacer mucho. Igual y me quedo con un club pedorrón de por aquí, me vuelvo presidente o dueño y listo.

6.- A ver si Victoria se deja de pendejadas ya.

7.- ¿Dónde están las de mi club de fans ahorita?

8.- ¿Quien quiere coger? Este partido ya valió madres.

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IRAN CASTILLO EN LA REVISTA H EXTREMO DE JULIO DE 2007 ENCUERADA

lunes, julio 16, 2007

DIOS EXISTE


Pícale donde tu quieras para que se vea GRANDE














































































































































































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WATCHMEN (FINAL)

miércoles, julio 11, 2007

La historia es de tintes de género negro en un principio: un homicidio aparentemente rutinario despierta las sospechas de un investigador enmascarado, que empieza a moverse por su red de contactos e informadores en los bajos fondos, para ir descubriendo poco a poco que nada es lo que parece. En este caso el investigador es un siniestro superhéroe que se hace llamar Rorscharch, y la víctima, un controvertido vigilante al servicio del gobierno. Rorscharch visita a sus ex-compañeros (también, una especie de superhéroes que no tienen superpoderes) para advertirles sobre las misteriosas desapariciones de enmascarados y supervillanos que han ocurrido últimamente, introduciendo de esta manera a cada uno de los protagonistas.

En el sepelio de Edward Blake (el Comediante), cada uno de los asistentes recuerdan los acontecimientos en los que se vio involucrado el Comediante, así como su relación con los miembros de las dos generaciones de superhéroes, ya que en los tempranos años treinta surgió la primer camada de vengadores enmascarados llamada los Minutemen (con mallitas, botas, capa y toda la cosa) de la cual Blake fue miembro.

El Comediante, es tal vez el personaje más complejo de la trama, y el principal elemento de cohesión al estar relacionado con todos los demás personajes, además de servir de puente entre las dos generaciones de vigilantes. No es casual que con este perfil se haya convertido en un mercenario perfecto para el gobierno, capaz de despertar el desprecio de los sectores liberales por sus actitudes un tanto fascistas. Es el nuevo modelo de superhéroe, totalmente pragmático y sin prejuicios morales para exterminar al enemigo del estado. En la América de la guerra fría no hay lugar para enmascarados disfrazados de moral intachable. De esta manera él y el Dr. Manhattan se convierten en los únicos vigilantes autorizados por el gobierno.

El Comediante ha muerto.

II

El Dr.Manhattan: es acusado de provocar el cáncer a todos los que le rodean. La persona en la que reside la defensa del país decide refugiarse en Marte, provocando
una crisis internacional.

Es el único personaje con superpoderes ya que tiene dominio absoluto sobre el átomo (puede hacer prácticamente lo que le plazca) y se hace llamar Dr.Manhattan (Jon Osterman). Su única motivación para luchar contra el crimen es el cumplimiento de las órdenes del Pentágono; el Dr.Manhattan está por encima de los triviales conflictos humanos, y se interesa más por la cuántica y la relatividad que por la delincuencia, las guerras o incluso aquellos que le rodean o le aman. De hecho, el Dr.Manhattan esta lejos de la condición humana: sus poderes son ilimitados, y su primera aparición pública parece la visión de una figura divina, acompañada incluso de un milagro al cambiar completamente el rumbo de la humanidad creando autos eléctricos y ayudando al ejercito Estadounidense a ganar la guerra contra Vietnam, lográndo con esto la reelección de Richard Nixon, quien aún sigue siendo presidente de Norteamierdica.


Los acontecimientos comienzan a precipitarse. Un adolescente sentado al lado de un vendedor de revistas, comienza la lectura de un comic de piratas (los superheroes no están de moda porque se volvieron reales): Historias del Galeón Negro. Su relato se hace paralelo con la historia que se está contando (reflejando que el mundo es igual de salvaje que el de la espantosa travesía del piratas) y al mismo tiempo se hace homenaje a la capacidad del cómic para fascinar y absorber. Así como el chavo lee el comic de piratas, uno se da cuenta de que está en la misma situación mientras ojea las páginas de Watchmen.

En sus reflexiones marcianas, el Dr.Manhattan, que en su juventud deseaba ser relojero (Watchman: vigilante, relojero), recuerda los acontecimientos importantes de su vida antes, durante y después de su transformación en el Dr.Manhattan, como si el presente, pasado y futuro convergieran en el mismo momento y no existiese una secuencia temporal de los momentos. De hecho, al ser capaz de dominar la materia en su substancia básica, es también capaz de comprender la naturaleza misma del tiempo, descifrando los velos que nos hacen ver el correr del tiempo como lineal e inalterable.

El superhombre existe, y es americano.


III

Después del intento de asesinato del empresario (y antiguo superheroe) Adrian Veidt, Rorscharch sigue con las investigaciones para probar su teoría de la persecución de vigilantes enmascarados, hasta el punto que el mismo Rorscharch cae en una trampa donde es capturado por la policía e incriminado por un delito que no cometió. Durante las entrevistas con el psicólogo de la cárcel, se muestra el tormentoso pasado de Walter Joseph Kovacs, el hombre tras el rostro de Rorscharch.

Si el comediante es la locura y el cinismo, Rorscharch es el resentimiento y la amargura a causa de su tortuoso pasado. Mediante los fragmentos de su diario (y de su perfil psicológico anexó al final de uno de los capítulos) se pueden conocer sus impresiones, su talante político: ultraderechista y paranoico, que unido al dramático pasado del personaje y los acontecimientos que presencia, forman el caldo de cultivo del aventurero enmascarado, y confirman la sutil relación sugerida por el personaje del Comediante: el superheroísmo implica una cierta forma de fascismo. De hecho, los personajes políticamente correctos, como Dan Dreiberg, Adrian Veidt o Laurel Juspeczyk, son los únicos que aceptan inmediatamente el retiro forzoso, impuesto en la década de los setentas.

Rorscharch presenta todos los rasgos típicos del clásico superhéroe: vestimenta característica, símbolo identificativo, modus operandi, doble identidad, némesis tradicional... y sin embargo es el más desagradable de todos los personajes, muchas veces repulsivo, un antihéroe en el mejor sentido de la palabra, con el que el lector no se identifica, intencionalmente no se desea que lo haga.

¿Quién wacha a los Wachmen?

IV

Tras la captura de Rorscharch, la hipótesis de la persecución de superhéroes enmascarados se vuelve una oscura realidad para Dan Dreiberg, quien comienza una relación sentimental con Laurie. Al mismo tiempo, la situación política es cada vez más tensa, la guerra es inminente, ante la desaparición del Dr. Manhattan, los rusos (Jejejeje, pura paranoia clásica de la guerra fría) están listos para los combates nucleares; lo que genera un cierto clima de miedo y desesperación presentes en toda la población. La oportunidad ideal para refugiarse en la nostalgia del pasado y enfundarse en trajes llenos de polvo y corretear salvando gente. El superheroísmo entendido como terapia contra desórdenes psicológicos.

Si Rorscharch es el reflejo oscuro de los superhéroes, Dan Dreiberg es el reflejo turbio y borroso. Bajo la identidad de Buho Nocturno, llegó a desarrollar ingeniosos dispositivos de alta tecnología para la persecución de malhechores (obviamente inspirado en Batman), e incluso formó equipo con Rorscharch en la lucha contra el mal. Sin embargo, los años pesan, al menos para Dan, y se convierte en el cuarentón regordete, solitario y depresivo, incapaz de explicar los motivos que impulsaban sus actos heroicos.

Buho Nocturno y Espectro de Seda (Laurel Juspeczyk) acuden a la cárcel para liberar a Rorscharch y tras la violenta fuga, en la noche de Halloween, tiene lugar una nueva tragedia en el mundo de los vigilantes: Hollys Mason (el primer Buho Nocturno) es brutalmente asesinado por una turba enardecida sedienta de venganza ante la liberación de Rorscharch.





También entra en escena un escritor desaparecido, quien es el guionista del comic de piratas (que vuelve a formar parte del relato). Su desaparición parece más bien un exilio voluntario en una isla, donde está teniendo lugar algún tipo de proyecto cinematográfico. Conversa con una pintora india que dibuja el boceto de una criatura abominable, totalmente ajenos a la psicosis

prebélica mundial.

V

Laurel Juspeczyk, de traje pequeño y ajustado, seudónimo rimbombante (Espectro de Seda)

y actitudes risueñas e indisciplinadas. Como en los demás personajes, el tópico

es fachada tras la cual se esconden conflictos personales y sociales: su madre se comporta como una diva hollywoodiense, inestable e incapaz de educar a su hija en un ambiente tranquilo y afectuoso, obligándola a enfundarse en mallas y capaz para luchar contra el crimen, por lo que Laurel acaba lamentando amargamente los años perdidos correteando por tejados y persiguiendo delincuentes.

Dr. Manhattan sigue en Marte. Continua atando cabos del pasado de los personajes, aunque también la propia Laurie hace lo propio al descubriendo la identidad de su padre, y entonces la relación entre los personajes adquiere una nueva dimensión, la figura de Edward Blake da un nuevo paso en su proceso de transformación y humanización. Laurie se muestra por primera ve

z

como un ser frágil e inestable, y el impasible Dr.Manhattan es capaz de comprender el auténtico valor de la vida humana.

VI

http://www.yeray-muaddib.com/watchmen/strip7.jpgLa tercera Guerra Mundial es inminente, el escritor desaparecido y la pintora son víctimas de la explosión de una bomba. Rorscharch y Dreiberg descubren la posible implicación de Veidt en los atentados a los vigilantes...

Adrian Veidt es el fundador de la corporación Veidt, el único vigilante que decidió retirarse de forma voluntaria, antes de que el acta Keene declarase ilegal al vigilantismo. De hecho es el único personaje que parece haber alcanzado el éxito en todas las facetas de su vida, usando su extraordinaria inteligencia para fundar de la nada una multinacional que incluso fabrica y comercializa los muñequitos de acción de Ozymandias (su nombre de superhéroe). Pero este playboy multimillonario es mucho más, y su trascendencia pasa de la presencia anecdótica al protagonismo casi absoluto. Sentado en una lujosa silla, de espaldas al lector, Adrian examina en actitud reflexiva una matriz de monitores de televisión sintonizados en distintas emisoras, mientras acaricia un gigantesco gato mutante.

La historia, que hasta ahora había evolucionado por los rumbos del género urbano y negro, introduce elementos fantásticos y de ciencia ficción. El final, en el que interviene un monstruo gigante sobrenatural, no deja de ser apocalíptico. Cuestiona la supuesta moralidad de los nobles como la asumida amoralidad de los crueles, y enfrenta el horror de la guerra que Veidt supuestamente ha evitado (¿a qué precio?) con la ternura de la escena de Dan y Laurie en la piscina bajo la sonrisa de afecto casi paternal del Dr. Manhattan al observar a los amantes.

Las últimas páginas nos narran el futuro inmediato, mostrando las consecuencias de los actos de Veidt en la sociedad y de los personajes.

Como el Dr. Manhattan le dijo a Veidt...

...nada termina. Nada nunca termina.

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Neta

lunes, julio 02, 2007

Una mujer se vuelve doña cuando sus únicos temas de conversación son pañales, pediatras y maestras de kinder y sus interlocutores son otras doñas como ella. Puedes tener 20 años y ser una doñota. La doñilidad es un estado mental y es uno de los estados más patéticos a los que puede llegar a una mujer. Su principal síntoma es pasar la vida hablando de mocosos y renunciar a la diversión, los viajes y la vida profesional. No se que es más patético, si una doña hablando de mocosos caguengues y pañaludos, o unas adolescentes hablando de modas y dietas. En cualquier caso, dos de las expresiones más aburridas de la feminidad, aunque prefiero la frivolidad y la pendejez de la adolescente, que la insoportable perorata doñil convertida en promotora publicitaria de un escuincle escupe caca.

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Noelia

jueves, junio 28, 2007

Yo soy candela soy una llamara
que cuando siento el ritmo
mi cuerpo quiere ma-a- as



Noelia es una cantante que por ahí de algunos años nos enfadó con su éxito: Candela, cuya letra sirve como epígrafe de este post.
Al parecer hace tiempo ya había salido otro video de ella (y cuando digo video no me estoy refiriendo a los que salen en Video Rola, Ritmo Son, Htv o esos canales de videos que ustedes suelen ver) así que este reciente material no tiene nada de novedoso, además la vieja no esta muy buena, así que les recomiendo que NO SE LO BAJEN
(NO le vayan a picar el link para NO bajarse el video)

Según eso el guey que protagoniza este film es su ex novio, un tal Jorge Reynoso, y para quienes crecimos viendo las películas de los hermanos Almada, luego luego viene a la mente la figura del hijo de David Reynoso.



También dicen por ahí que fue el propio padrasto de Noelia quien liberó el video para hacerle promoción a su hijastra.

El video NO está en formato mp4 para que lo NO puedas cargar a tu reproductor de mp3s Tipo Aipo, y NO lo veas con Quick Time.

Yo la verdad sigo esperando que salga el de Pilar Montenegro, Paty Manterola o cualquier ex integrante de Garibaldi.


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Cambio de Administración

lunes, junio 25, 2007

-El otro día en la oficina nos llamaron con el jefe para una reunión muy importante. Lo que ya todos sabíamos, con el cambio de administración a la mayoría de nosotros nos iban a correr.

-Pero eso ya todos la maliciaban ¿Qué no? Aunque no por eso deja de sentirse como una patada en el culo. El trabajo apesta, bien dicen que es tan desagradable que hasta te pagan por hacerlo

-Yo realicé mis actividades como cualquier otro día, ya sabes, platicar en el Messenger, porno (Kristina Blond), visitar blogs y la tradicional partida de fin de semana de Half-Life Deathmach. Les estaba pegando en su madre a los del quinto piso cuando a mi cubículo llegó Manuel ¿si lo conoces?

-Sí, simón.

-La mano derecha del Inge, venía a invítame para que los acompañara a una comida en uno de esos restaurantes campestres que están en las afueras de la ciudad, El Palomo, o la Canela, no me acuerdo cómo se llama el lugar.

-¿Y que pedo?

-Pues agüevo que acepté. Después de la noticia que nos habían dado pensé que era una especie de voto de confianza para que no me corrieran, o cuando menos acomodarme con el jefe donde le dieran un hueso para roer.

-Pues sí, ya otras veces te habían invitado con ellos, si me acuerdo. Pero ¿Qué onda? ¿Quiénes se van, o quienes se quedan?

-No guey, no sé. Siempre que he salido con el Inge voy callado todo el camino. Pues, ¿Qué chingados les platico? La verdad no supe por que razón era la comida, asuntos de poder seguramente, compra de favores o algo así por el estilo, lo usual, ya te imaginarás. Yo no conocía a nadie más que a Manuel y al Inge. Todas las demás personas parecían narcos; sombrerudos, con acento sinaloense y con una cara de rancheros que no podían con ella, pero pisteando botellas de las más caras, eso sí. Además, el restaurant estaba reservado solo para nosotros.

-Ahh… ¿Te caí?

-Afuera había puros carros chingones, Hummers, BMW y puros de esos.

-No, pues entonces yo creo que si eran narcos, pero qué ¿Estaban arreglando algún negocio con el Inge? ¿o qué?

-No creas, no sé. Nadie habló de negocios, ni de la oficina ni nada de eso. Estaba todo bien raro.

-¿Entonces de qué platicaban?

-Pues de pura peda, que si te los estas sirviendo bien bajitos y que tómale no te hagas pendejo y que esto y que lo otro y ¡salud!

-Pues, salud.

-Hasta eso que estuvo rico, porque yo pedí una arrachera con ensalada ( 150) y una Negra Modelo que no dejo de vaciarse hasta que me empancé y comencé a pegarle al Whisky.

-De cual.

-Buchanans.

-Al Inge no le gusta el Whisky. Ahora que acaba de pasar su cumpleaños le regalé una botella de Chivas y después Sandra (su secretaria) me dijo que mejor le hubiera dado una de Tequila, ya vez la gente de rancho pues.

-Pues sí, de hecho ellos pidieron una botella de Tequila (que terminó en tres) pero yo mejor le di a la de Whisky (Que se convirtió en dos).

-No mames, te querían poner pedo.

-Al principio me estaba aburriendo como cuico de banco, pero fui a recorrer el restaurant y se me antojó darme un toquesin en los columpios de uno de los muchos jardines que había por dondequiera. Al menos así, toda esa palabrería sin sentido me iba a resultar menos absurda, o me iba a valer madre aunque sea. Además la música era insoportable, un mariachi y un norteño que no se callaban en todo el rato, tocaban en cada una de las cabeceras de la mesa. Cuando terminaba uno de un lado, luego luego empezaba el otro del otro, sin parar mas que para complacernos con cualquier canción que se nos imaginara, por más ridícula que fuera.

-Simón, al mariachi le pedían que tocara “Pacas de a Kilo” y al norteño, no sé, “La Bikina”

-Ándale, ondas de esas. Salud.

-Salud.

-Y en salud nos la pasamos todo el tiempo y el Inge y Manuel seguían chingando que llevaba toda la tarde con el mismo trago y que no fuera joto y le bebiera y así no la pasamos. El alcohol no paraba de fluir y las pláticas eran confusas, todos estaban muy pedos y las voces se mezclaban en un remolino. Hasta me estoy mareando nomás de acordarme.

-Dale otro trago para que se te pase.

-Para ese entonces yo ya estaba más que pedo (pacheco también) y comencé a meterme poco a poco en las conversaciones. No se bien en qué punto la plática comenzó a volverse filosófica…

-En el punto pedo.

-Ya ves que casi todas las canciones rancheras hablan de que la vida no vale madre y que cuando alguien se muere, siempre quiere que lo entierren con el grupo norteño tocando y solo se va a llevar un puñado de zacate y puras de esas; y entonces quién sabe cómo fue que me puse a platicar sobre la vida después de la muerte y les expliqué mi teoría de la Tortillera Filosofa.

-No hay más allá.

-Y que si tenemos que hacer algo con nuestras vidas, el momento es ahora y no hay por qué esperar después de que te mueras para llegar a un paraíso que nomás no existe.

-La verdad yo no tengo ni idea de que hay después de la muerte, yo sí creo en el cielo y el infierno, pero no conozco a nadie que haya vivido para contarla.

-Pues quién sabe por qué, nadie me contradecía, y ya ves que el Inge es del partido de los mochilones. Al contrario, hasta me decían que era muy válida mi manera de pensar y les gustaría estar tan convencidos acerca de la vida como yo.

-O sea que les aplicaste la aburridora. Siempre platicas lo mismo, cabrón.

-Quién sabe cuanto tiempo estuve hable y hable, y cuando ya no tenía nada que decir, ya se habían acabado las botellas. El Inge estaba cayéndose de pedo, y Manuel también, y yo, todos pues. El problema era que Manuel iba a manejar de regreso y en el estado en el que andaba era probable que estuviéramos a punto de comprobar si mi teoría sobre la vida y la muerte era cierta. Además, el guey que pagó la cuenta (más de 15,000) vivía cerca de mi casa y se ofreció llevarme.

-Ya viste? Ese viejito hace hablar a su piano.

-Hazme caso guey, deja te sigo contando. Las luces de los carros que nos traían los valet parking´s brillaban bien cabrón en la oscuridad de la noche del estacionamiento. Yo me iba a regresar en una Hummer, pero el Inge, tambaleándose, llegó conmigo y me abrazó por el hombro, “tutevasconnosotros” me dijo, apenas podía hablar. Pero ellos me iban a dejar bien cerquita de mi casa y el Inge no dejaba de jalarme con él. Mientras trataba de explicarle todo esto, mi ride se enfadó de esperar y se largó. Sin soltarme, el Inge me llevó a la camioneta y me dio un abrazo muy apretado, de esos de pedo ya sabes. Ya estuvo que no me corren de la chamba, pensé, pero en eso, que pone su jeta enfrentito de la mía y se me quedaba viendo fijamente.

-¡Ahhhh!¡NO MAMES!

-Era una mirada extraña, así, opacada por el alcohol, no tenía brillo en los ojos y se me acercaba un chingo, pero en el último momento se desvió rosando sus cachetotes con los míos. “Ya Inge, ya vámonos”, gritó Manuel con la camioneta encendida. De regreso a Guadalajara, el Inge no dejaba de abrazarme, desvanecido sobre mi hombro, me acariciaba la piel por debajo de la playera. Al principio yo no hacía nada, estaba paralizado, sacadísimo de onda, sin saber que hacer, no sé, me sentía como una mujer acosada por su jefe, me cae que ya sé lo que sienten las pinches viejas. Pero me puse a pensar en que yo no soy la puta de nadie y entonces le quité la mano. Él, ni en cuenta. Seguía perdido en una tremenda borrachera. No dije ni una sola palabra en el resto del camino, bueno, solo para pedirle a Manuel que me regalara un trago del culo de Whisky que quedaba en una botella que se trajo entre la chamarra.

-Y que ¿te van a correr?

-Camarera, otra botella de Whisky por favor.



Leete ésta y otras historias más chingonas en el Fanzine Valiant 76 dónde además de su servilleta, participan reconocidas figuras de la blogosfera como Alfonso Morcillo, Jay Dleon y Juan Beatnick y aprovecha para enterarte por qué Linsday Lohan es taaan puta y drogadicta.

APRESURATE A BAJARLO picándole la cola a la Branda Esparza, (pero abusado y no le vayas a picar en la cicatriz de la cesarea)

Está en pedeefe

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dia del padre

lunes, junio 18, 2007

En aquel entonces veinte pesos equivaldrían a doscientos de los de ahorita, dos mil de mañana y veinte nuevos pesos de pasado mañana.

Mi mamá limpiaba la casa y sacudía el sillón del pequeño departamento de interés social en el que vivíamos, ese sofá donde pasaba tantas horas brincando y contorsionándome de varias formas, como sólo un niño sabe hacer mientras veía las caricaturas de Mazinger Z, Los Pitufos, Voltron y los Thundercats. Mi mamá a veces encontraba algunos pesos y tostones que se les salían de los bolsillos y me regalaba para comprar dulces, bolis o paletas de hielo. “¿Entonces me vas a dar todo el dinero que salga del sofá?” le pregunté y mi mamá contestó que sí. Sería dinero que me pertenecería solamente a mí y no tendría que compartir con mis hermanos.

Esperaba con ansias que llegara el día de la limpieza del sofá. A veces salía más, a veces menos, pero siempre era un extra del dinero que ocasionalmente me daban para gastar. El problema era que el sofá no se limpiaba muy seguido, al menos eso me parecía para un niño de 7 años cuando los días duran más de 24 horas y el tiempo pasaba sin la prisa y el vértigo de la edad adulta.

Cuando salía de la primaria me gustaba acompañar a mis amigos a la esquina de la escuela, aunque estuviera contraria al rumbo de mi casa. Todos vivían para otro lado pero no me importaba mucho que tuviera que darle toda la vuelta a la cuadra para seguir cotorreando un ratito más después de clases, a pesar de que entonces el mundo era un lugar enorme y el camino a casa me pareciera demasiado largo. Además, servía que pasaba por un puesto de revista donde me detenía largo rato a ver las portadas de los cuentos que publicaba la editorial Novaro. El que más me gustaba era el Hombre-araña, pero también estaban los del que en aquel entonces se llamaba Diabólico y que ahora, olvidándose de cualquier traducción, nombran Daredevil, Los Vengadores (The Avengers), los 4 Fantásticos, los X-men (cuando todavía no salía “Glotón” a.k.a. Wolverine) y los ya clásicos de La Pequeña Lulú, Periquita, Tom y Jerry y Archie, pero esos casi no me gustaban porque pensaba que eran para niños chiquitos o para niñas; los que a mí me gustaban era los de superhéroes.

Mirando todas esas portadas, me imaginaba las aventuras por las que pasaban y como el Hombre-araña se columpiaba entre los edificios de Nueva York y pensaba que era imposible que visitara nuestra ciudad porque no había edificios altos, y seguramente se electrocutaría con las marañas de cables que bordean las calles.

Pero hubo un comic que realmente cautivó mi atención, era un número especial que venía en una bolsa de plástico sellada y en su portada se veía a Hulk luchando contra La Mole, destruyendo edificios, mientras Reed Richards y La Antorcha intentaban detenerlos, y la mujer Invisible y otra chica observaban asustadas en un departamento la pelea de los titanes. Su tamaño era más grande que el de los cuentos regulares. Debía ser mío. Le pregunté al voceador por su precio y me dijo una cantidad que no recuerdo pero que era muy difícil conseguir para mí.

No sé cual era la condición social de mis papás en aquella época y no me importaba en lo absoluto, para lo único que servía el dinero era para comprar un refresco en bolsita o un frutsi congelado, ya que todavía no me daban dinero para gastar como mesada o domingo o algo de eso. Si quería algo, entonces le pedía el valor justo a mi mamá y si ella podía, me lo daba, pero no tenía la oportunidad de ahorrar para comprar algún juguete o cualquier cosa que costara más que una bolsa de churrumais. Así que regresé a mi casa imaginando la pelea entre el hombre verde y la cosa de piedras anaranjadas. Me llegué a obsesionar con el cuentito (cuentote, por el tamaño y precio), era la pelea final y por fin quedaría resuelta al menos una de esas preguntas que me hacía en mi febril imaginación ¿Quién gana, el Hombre-araña o Batman? ¿Superman o Thor Martillo? ¿Hulk o la Mole?

Llegando a casa, le platiqué lo anterior a mi mamá, pero ella no quiso darme más del pesito que le acostumbraba a pedir, argumentando todas esas cosas que las mamás dicen cuando no quieren darle dinero a sus hijos, qué para qué lo quieres y que ya tienes muchos cuentos (como si el tener muchos comics bastara para no tener más), y cosas por el estilo. A pesar de mi berrinche y de mis profundas y lastimeras lágrimas, no conseguí chantajear a mi mamá. Así que pensé en buscar dinero en el sofá, era mi derecho y cualquier tesoro que descubriera entre sus cojines sería mío y lo gastaría como mejor me viniera en gana. Pero solo pude encontrar centavos, esos malditos centavos que solo ajustaban para ollitas con tamarindo o una pobre chupaleta.

Toda la tarde estuve pensando en cómo conseguir aquel cuento; huiría de casa y mis padres arrepentidos por lo mal que me trataban me compensarían comprándome lo que quisiera, o tal vez me pondría a lavar carros y así juntar algo de dinero, pero no, entonces no tendría tiempo para jugar a las Guerras de las Galaxias con mis amigos, además que odiaba lavar los carros. La solución estaba en el sofá, así que, sin que mamá me viera, fui a su cuarto y tomé su bolso. Pensaba agarrar solo lo que costaba el cuento y esconderlo en el sofá y una vez que mi mamá hiciera la limpieza, sería ella misma quien me lo daría de sus propias manos sin que pudiera hacer nada al respecto. Pero no había cambió en su monedero, solo estaba un gran billete azul con la cara de Benito Juárez; no digo que el billete era grande con la perspectiva de aquellos años, en realidad eran más grandes que los billetes que circulan ahora. Con más emoción que remordimiento, oculté el billete en el mueble, en lo más profundo de sus entrañas, en un lugar donde mis hermanos ni nadie fueran capaces de localizarlo y entonces me senté encima de ese lugar custodiando mi tesoro y me puse a ver las caricaturas.

Pasaron algunos días, muchos a mi parecer, y siempre me sentaba en el mismo lugar, quitando por la fuerza a mis hermanos cuando ellos lo ocupaban (privilegios de hermano mayor), y metiendo de vez en cuando la mano para poder tocar su papel, sacándolo para observarlo cuando estaba solo en la casa, esperando impacientemente el día en que mi mamá hiciera la limpieza para que me diera mi dinero. Pero ese día no llegaba. Yo insistía a mi madre que el sillón estaba muy sucio y que cuándo lo iba a limpiar, pero ella no me hacía mucho caso en mi ignorancia de que un sofá no es cosa que se limpie todos los días.

No recuerdo que mi mamá haya comentado nada sobre el billete faltante, tal vez sí lo hizo, pero yo fingí demencia de manera tan efectiva que aun ahora soy incapaz de recordar si hubo alguna repercusión por la desaparición del dinero, bueno, hasta el día en que no pude soportar más y tomé el billete y fui a gastármelo en cuentos.

Compré el especial de Hulk contra La Mole, el del Hombre Araña (cuando matan al papá de Gwen Stacy) y todos los que había de superhéroes, hasta compré uno de la Pequeña Lulu para regalárselo a mi madre, según yo lavando con eso mi culpa. Le diría que me encontré el dinero tirado en la calle y tendría la coartada perfecta. Todavía me sobraron muchas monedas que sonaban en mis bolsillos cuando caminaba al parque para sentarme bajo un árbol a leer mi dotación de revistas.

No recuerdo mucho de la historia de Hulk vs La Mole, sólo recuerdo que en las últimas páginas, Hulk le da un poderoso chingadazo en el hombro de La Mole destruyéndole una de las rocas que forman parte de su cuerpo, la última que le llegaba en las caricaturas y que según yo era su punto débil, aunque claro que en las caricaturas La Mole era capaz de convertirse en humano a voluntad con ayuda de dos anillos, pero en las historietas estaba atrapado en esa espantosa forma y a veces se quejaba de su condición. La mole terminó en el piso, moribundo cambiando a su forma humana, mientras Reed Richards lo sostenía con sus elásticos brazos y Bruce Banner huía arrepentido por lo que su alter ego había hecho.

Contentísimo y sin poder sostener las revistas bajo mi brazo fui a la cuadra con mis amigos a presumirles mi adquisiciones pero ninguno me hizo mucha alharaca, hojearon brevemente los comics para seguir con la cascarita de fútbol en la terracería en la que se había convertido un jardín que se encontraba entre los edificios, y yo corría con la mano metida en la bolsa para que no saliera volando la morralla. Al final del partido les invité un refresco en bolsita a todos mis amigos.

Cuando regresé a la casa, mis hermanos se pusieron a revisar mis revistas, a penas sabían leer, y mi madre me preguntó que de dónde había sacado todo aquello, así que le conté la historia del billete que me encontré tirado en la calle y cómo le había comprado el cuento que le gustaba cuando ella era una niña, pero obviamente no me creyó, de inmediato relacionó lo sucedido con su billete extraviado y a pesar de que me regaño muy fuerte, las frecuentes y cotidianas reprimendas hacía tiempo que habían dejado de ser efectivas, pero no así la amenaza de delatarme con mi papá.

Le pedí que no lo hiciera, le devolví lo que me quedaba de dinero y le prometí que se lo pagaría de cualquier modo, trabajaría cargando bolsas del mandado en el tianguis, haría el quehacer de la casa, hasta lavaría carros para juntar lo que había gastado, pero no quería que le dijera a mi papá lo que había hecho.

Me fui a encerrar a mi cuarto autocastigándome sin comer (después de todo ya había comido un montón de guzgueras en todo el día) y con un sentimiento de miedo y la culpa por haber cometido un pecado mortal terminé de leer, ya sin ganas, los comics que a mi mamá no le interesó castigarme.

Pedí Perdón a Dios, en aquel entonces era mucho más fácil hablar con Dios, las vías de comunicación no tenían toda la mierda que he acumulado con las mugrosas costras de los años que nos caen encima, y me arrepentí sinceramente por lo que había hecho, y Dios me había perdonado, después de todo, era solo un niño sin mucha maldad en mi corazón.

Por la noche, sin que mi mamá me dirigiera la palabra en todo el día, estaba viendo en la televisión el chavo del ocho cuando una llave entró en la cerradura de la puerta de entrada y yo corrí a encerrarme al cuarto, me tapaba con una de esas gruesas cobijas cuadriculadas y cerraba fuertemente los ojos como si con eso iba a desaparecer o me volvería invisible y deseé tener algún superpoder que me permitiera librarme de esa situación, pero no tenía ninguno, era sólo un niño de 7 años que le había robado un billete de veinte pesos a su mama.

Escuchaba las voces desde la sala, y mi papá diciendo groserías del tipo, “muchacho cabrón”, “Ahorita me las va a pagar el hijo de la chingada” y cómo sus pasos hacía mi habitación retumbaban bajo la cobija.

No recuerdo haber escuchado nada más, mi papá me gritaba que era un ladrón y cosas por el estilo, pero no recuerdo las palabras exactas que dijo ni el sermón que seguramente estuvo pronunciando mientras me arrastraba por mis delgadas muñecas hacía el pequeño y mal alumbrado cuarto de la cocina. No recuerdo donde estaba mi mamá ni mis hermanos mientras sucedía todo aquello, lo que si recuerdo muy bien es a mi padre encendiendo la lumbre de la estufa y esas flamas azules que crecían hacia mis manos, y como mi cara se bañaba en mis lágrimas y el calor que mis palmas absorbía me recorría hasta la cabeza y yo intentaba zafarme inútilmente porque mi papá era mil veces más fuerte que yo y no lograba moverme un centímetro, y cerraba y abría mis puños desesperado sin saber qué hacer y lloraba y gritaba que no lo volvería a hacer, que me perdonara, que no lo volvería a hacer y a mi papá diciendo “Esto es para que aprendas a no robar”.

No me quemé, no recuerdo haber sentido algún dolor por la lumbre, no tenía heridas en mis manos, pero lo que me costaba más trabajo creer fue que mi padre me hubiera hecho eso.

Feliz día del padre hijo de tu puta madre.

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Audiocuentos 5 (final)

viernes, junio 15, 2007

Amoroso Despertar trata sobre una chava cuyas cicatrices corporales calan también su alma, sin embargo ella nunca se pierde su programa favorito, el que da título al audiocuento, por que la hace sentir bien, por que la hace sentir bella y valiosa a pesar de su rostro desfigurado.

Esta es la última entrega de estos trabajos y ojala que los hayan disfrutado, yo la verdad conocí estos cuentos cuando aun estaban en el papel y una vez que fueron grabados adquirieron distintos significados (lo que no sé qué significa, si soy mal lector o buen audioescucha)


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Audiocuentos 4

miércoles, junio 13, 2007

En la penúltima entrega de los aclamados audiocuentos, ahora toca mi turno y tengo el placer de presentarles: Cambio de Administración, que trata acerca de las desventuras de un burócrata preocupado porque su trabajo se ve en riesgo una vez que ha llegado una nueva administración a su oficina y cómo hará todo lo posible por conservas su empleo. Claro, con un toque (de mois) de humor y guarrez que caracteriza a las pendejadas que se suelen publicar en ésta página.


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Audiocuentos 3

lunes, junio 11, 2007

No sé por qué acá en Guadalajara todavía hoy mucha gente que le gusta escribir a cerca de situaciones campiranas; supongo que el legado de Juan Rulfo tiene un sobrepeso que aún en la actualidad alcanza a influir mucho de lo que se escribe por estos lares. Para muestra un botón. La tercera entrega de los audiocuentos narra la historia de un bato que se pone bien pedo en unas fiestas patronales (el ejote) y se pone a bailar con unos machetes.



Descargalo aquí

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Audiocuentos 2

miércoles, junio 06, 2007

En esta segunda entrega de los audiocuentos me permito presentarles el trabajo de Cecilia Magaña con su cuento “Se hacen talachas”.
Yo sé que no es un título que despierte mucho interés, pero tampoco lo es "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”. Se trata de la historia de un viejo amargado dueño de un taller mecánico que descarga (inútilmente) su frustración en contra de sus trabajadores quienes cada día, al terminar su jornada laboral, se avientan una buena cascarita de futbol en la calle.



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No se si sea podcast o audiocuento o sepa que modo pero si quieres puedes bajartelo

lunes, junio 04, 2007

Holas este archivito que una querida amiga me hizo el favor de producir, es el primero de una serie que consta de 5 podcast o audiocuentos o no se como vergas llamarles. Son cuentitos con producción y según yo quedaron chidillos, ahí los voy a subir conforme pueda y nomas me queda decirles que éste con el que inauguramos esta sección, es uno que ya había posteado anteriormente. Los proximos no son de mi autoría (bueno, uno de ellos sí) pero de alguna manera participé en la producción, ya sea en voces, efectos de sonido o música, pero pues para qué chingados les digo, mejor luego les doro la pildora cuando los suba.
Espero que lo disfriuten y ya saben donde tienen que picarse para BAJAR EL ARCHIVO



Download aquí o en la foto.

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¿Mexico vs Iran? Psss Saguevo que le voy a IRAN

viernes, junio 01, 2007

Iran Castillo semi encuerada en la revista H
Ahora sí cabrones, a sacarle brillo al casco nazi. Píquenle la cola a Iran Castillo para ver las imágenes más grandes












De nada.

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