La televisión tiene la culpa

martes, mayo 12, 2009

Ayer no tenía pensado hacer nada más que tirarme en el sofá y ver la tele, no sé si sea el calor o mis habituales conflictos emo-cionales pero no he podido dormir bien por las noches, lo que provoca que ande somnoliento y desganado todo el día. Pero otra cosa es que también me caga estar encerrado todo el tiempo en mi casa por lo que fui al parque a dar una vueltecilla. La diferencia que amerita este post es que había un grupo tocando en el kiosco del parque y me senté a escucharlos un rato, si el parque de mi colonia tiene un kiosco, yo sé que puede ser algo medio ranchero pero no crean, sí aguanta, de hecho ahí suelen celebrarse las misas el día domingo, y tampoco es que yo vaya a misa (ni que me avergüence ir) pero se me hace mucho más chido hablar de Dios en un parque público que en una pinche iglesia.

El grupo era una especie de mariachi de esos nuevos, de los que no traen violines ni trompetas pero tocan con timbales, acordeón y batería. La neta no tocaban muy chido pero si aguantaban para pasar el rato, además había un montón de gente escuchándolos y el viento soplaba una brisa fresca y en el cielo a lo lejos resplandecían relámpagos que anunciaban una tormenta, los señores sacaban a pasear a sus perros y vi un viejo pastor ingles como el Paul McCartney y un pastor belga. Además había un montón de niños jugando fut en la cancha de básquet y en los juegos infantiles. Era una tarde bastante agradable.

El motivo de que estuvieran tocando era supuestamente el día de las madres, pero la verdad yo no vi quién estuviera organizando el cotorreo. Al principio pensé que era onda del ayuntamiento quien en época preelectoral le daba un bonito detalle a las señoras para ganar simpatías para el partido, pero no, no había ninguna autoridad ni junta de vecinos ni nada que se pareciera, más bien era como si hubiera salido espontaneo o algo así. Además también estaban un chingo de morros desquiacerados que como no tienen clases, cotorreaban en los alrededores sin prestar mucha atención a la música, pero algunos de ellos tenían guitarras y hasta había una lira eléctrica con amplificador y todo el pedo. Digo que todo se veía espontaneo porque algunos de los morros se subieron a cantar algunas canciones y el de la guitarra eléctrica hasta le dieron chance de conectarla y tocar. Yo pensé que se iba a discutir, pero naaaa, se aventó esa rola de Denis de Calaf de la señora madre y otra canción que medio me caga la madre que dice algo de “tantos mundos, tantos siglos, tanto espacio” y una morrita se subió a cantar con él, la morra tenía bonita voz pero se notaba desafinada, además que el guey tocaba la guitarra eléctrica como si estuviera tocando una acústica y no se escuchaba muy chido, pero los mariacheros les hicieron el paro y los acompañaron con sus instrumentos.


Me puse a pensar que realmente me gustaría tener una banda y tocar en eventos como ese, o en cualquier lugar pues, tocaríamos en cualquier fiesta de cumpleaños por un par de cartones de cerveza y yo primero entraría como mosquita muerta nomás tocando lo que me pidieran pero conforme agarrara confianza tomaría el control creativo del grupo e impondría una dictadura musical sobre todos los integrantes, como Billy Corgan pues. Además en festivales como este del día de las madres nos aventaríamos la de John Lennon, “Mama don't go, Daddy come home” y me hasta me desgarraría la voz como el exbitle. También nos aventaríamos la de “Mother do you think they'll drop the bomb. Mother do you think they'll like the song” y luego me puse a pensar en que las canciones que me gustan sobre las madres son puras rolas con ondas negativas en lugar de canciones con letras bonitos como esa de Denis de Calaf.

Pues yo me sentía muy agusto, el viento había arreciado un poco y ya ven como son los tapatíos, todos los días quejándose de que no aguantan el puto calorón y la chingada pero nomás sopla algún vientecito y todos a ponerse chamarras, chales (¿o se escribe chals?), bufandas y demás mamadas, y yo quería quedarme en la calle hasta que me agarrara la lluvia. Para la nochecita ya era un montón de gente la que estaba en el parque, y el mariachi que había comenzado tocándo rolas tranquilitas para señoras, ahora estaba aventándose popurrís de música norteña y de banda y de duranguense y hasta cumbias y salsas y pues ya había algunos bailando. Hasta se me antojó una cerveza, como no, y fui al modelorama pero estaba atascado y mejor me regresé y vi que había un montón de banda pistíando y los chavos con las guitarras se estaban chingando un panalito de Tonayan y pues me acordé de mis viejos tiempos y me puse un poco nostálgico pero chido.

Lo gacho es que parece que la temporada de lluvias ya comenzó pero yo creo que todavía le falta algunos días, porque bueno al menos por mi casa son puros truenos y nada de agua, lo que si es que pinches aeronazos que levantas unas tolvaneras impresionantes que dejaban a todos empanizados, pero les valió madre y muchos siguieron bailando y se veía chido. Una grupo de niñas bailaban y según ellas hacían coreografías y hasta terminaron trepadas en el kiosco haciendo ahí sus coreografías y parecían como esas animadoras de grupo versátil y las morritas se sentían soñadas como si fueran artistas, porque cada que terminaba una canción, hasta la dedicaban a sus madres y se paraban todas coquetas y femeninas con las manos en la cintura y cuando comenzaba la música, otra vez la brincadera y bailadera, bien chingón.

Yo me puse a pensar que en lugar de estar viendo todas estas cosas simples y sencillas y bonitas y en lugar de estar disfrutando una tarde tan agradable como la de ayer, ahí hubiera estado como pendejo viendo la película de Eminem (que ya he visto como tres veces, pero está chida y no tendría bronca en verla una vez más) y asándome en mi casa.

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