miércoles, abril 26, 2006

Mi cerebro pensaba mil pendejadas por minuto. La mayor parte del día mis pensamientos fluyen en un dialogo interno imperceptible, se podría decir que no pienso en nada, más obviamente no es así.

Ultimamente me esta dando por ver al menos una película nueva (o que no haya visto en mucho tiempo, vaya) al día y desde hace rato que lo he logrado. Un amigo me dijo que el cine es muy poco interactivo y creo que tiene algo de razón (al menos con las películas que veo: puras de Mario y Fernando Almada, Terence Hill y Bud Spencer y Chuck Norris) y mientras dura la película casi podría jurar que no pienso en nada.


Bud y Terence: Tu sí sabes de cine pinchi Zónico

La noche de ayer corregía unos escritos y sin darme cuenta me dieron las 2 de la madrugada, tenía sueño, estaba muy cansado y no estaba borracho (ahh pero como fumé) así que me fui a acostar, pero caminaron las horas y no podía dormirme, me la pasaba pensando en mil pendejadas por minuto. Repasaba los momentos del día y planes sobre mi futuro eran proyectados en las pantallas de mis parpados. Antes, me gustaba utilizar un método que me permitía conciliar el sueño el cual consiste en poner la mente en blanco y concentrarse fijamente en un punto dentro de las luces que se pueden mirar con los ojos cerrados, entonces ese punto comienza a convertirse en una especie de túnel que atraviesa los estados de la conciencia, en una especie de autohipnotismo o algo así, hasta que llega el momento en que no te das cuenta que caes dormido.

Pero nada funcionaba (ni las dos chaquetas) mi mente estaba sobrerevolucionada y como les dije, que no pienso en nada la mayor parte del día, pensé que era una descortesía que mi cerebro trabajara de oquis, así que me quedé haciéndole caso hasta que no supe más de mí.

Las consecuencias las estoy pagando ahora que ando todo desvelado y como zombi por las pocas horas de sueño. Pero no crean que es tan gacho, hasta se me hace chido porque me figuro que ando pacheco o drogado.

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