Sí, soy un puto cliché viviente

lunes, enero 05, 2009


Siempre he sido una persona un tanto depresiva, a pesar de que la mayor parte de la gente que me conoce me considera alguien ocurrente y buena onda, en general, pero la verdad es que la mayor parte del tiempo me he acostumbrado a fingir mi carácter para aparentar coolness frente a los demás cuando en realidad soy alguien amargado, resentido e irritable.

A lo que viene todo esto es a los propósitos de año nuevo. Yo sé que son una mamada y que la gente que los hace lo hace como cuando se desea que México quede campeón mundial en un campeonato de fútbol. Además como siempre he sido contreras pues ahora decidí ser contreras de los contreras y por lo tanto este año me hice los siguientes propósitos: (éste no es un post sarcástico, ni chistosito, ni nada por el estilo)

1.- Dejar de fumar (tabaco).- Aunque no es que sea muy fumador, de hecho no suelo fumar entre semana y lo limito a las fiestas o cuando me ponía a escribir, pero últimamente había agarrado la costumbre de fumarme un cigarrillo en ayunas (el único que realmente sabe bien) mientras caminaba con rumbo al trabajo y por la tarde después de comer y por las noches mientras veía algunas películas y así que me estaba acabando casi una cajetilla diaria. Más allá de los daños a la salud de un asmático regenerado el daño real se recaía en mi presupuesto y la verdad también decidí dejar de fumar como una prueba a para ejercitar mi voluntad (que es muy, pero muy débil) y pues mejor dejar el tabaco que la chaqueta.

2.- Bajarle a la tomadera.- Putsss, de hecho el propósito era dejar de tomar pero para que me hago pendejo, eso sí de plano no quiero hacerlo. Después del pedonón de fin de año que de hecho estuvo mucho, pero mucho más leve que el año pasado (antepasado de hecho) en que según yo intenté aventarme el maratón Guadalupe – Reyes (y que casi lo logré, caí precisamente en año nuevo) . Este fin de año pues la fiesta estuvo normal, cena con la familia y ahí comencé a chingarme una botella de Ballantine’s que me había comprado especialmente para la ocasión (era eso o chingarme un cuadrito de LSD que está guardado esperando su momento) y después a casa del Choco donde no pasó gran chingadera más que unas rolas fallidas en la guitarra, caminar de lado y la voladora acompañada de vomito antes de dormir, como dije nada fuera de lo normal. Sin embargo según yo no había tomado mucho y la cruda que padecí al siguiente día no era proporcional a la borrachera que me había acomodado y hacía mucho tiempo que no me sentía así y la verdad no quiero volver a pasar por eso otra vez (que sé que sí lo haré pero al menos intentaré que no pase).

De hecho, dos días después de año nuevo se presentó el cumpleaños de una amiga y ahí me tienen en medio de un antro, sin fumar y sin tomar inicialmente, hasta que después de tirarme carrilla de que soy un emo y que mis propósitos no valen merga me tomé un par de cubas hasta que empecé a notar ese ligero aturdimiento etílico que me causó asco y miedo de llevarme a ese horrible lugar llamado cruda. Así que le paré, me tomé una coca cola y planté mi cara de amargado el resto de la noche.

3.- Tener más logros personales.- A fin de año mucha gente se acostumbra hacer un recuento de lo que paso en los 365 días, valorando lo bueno y analizando lo malo. A mí desde hace un par de años que no ha pasado nada que valga la pena recapitular, ni bueno, ni malo, años que han pasado en la más ocre de las mediocridades, así que espero hacer de este año algo distinto. Sé muy bien que el universo no hace reset cuando finaliza el año pero también creo que es bueno ponerse fechas límites para alcanzar algunas metas y este año pienso lograr algunas, no sé todavía cuales pero si pienso hacer algo, tener un hijo, escribir un libro, plantar un árbol, cambiarme a un trabajo más chingón, irme de viaje, comprarme un beatle o no sé, todavía me queda un chingo de tiempo para decidirme que hacer.

4.- Escribir más.- Una de las pinches frases con las que suelo describirme es como un escritor que no escribe. Aunque eso también tiene una razón de ser, hace un tiempo que me prometí a mí mismo no escribir nada más por hacerlo, sino que hacer historias que realmente valgan la pena contarse, y hay veces en las que simplemente no tengo nada que decir. Pero lo que esto acarrea es que cuando hay algo que da vuelta por mi mente, me encuentro en tal inactividad y pereza escritural que me cuesta mucho trabajo plasmar esas ideas. Yo si soy de los que creen en la inspiración como una musa que te visita y te seduce, y a la que, claro, tienes que convencer, cultivar y tratar bien para que se dé vueltas más seguido pero creo que la gente que escribe mecánicamente le falta ese espíritu que no sé cómo definir pero supongo que saben de lo que estoy hablando.
Así que lo que tengo pensado no es aventarme muchos cuentos en este año, sino escribir mi diario, mi blog, las trivialidades y cualquier pendejada que se me venga en mente para que cuando vengan las historias estar en forma para escribir bien.
También me he dado cuenta que no soy muy apegado a mi pasado a mi historia, que menosprecio lo que sucede en mi vida y si escribo aunque sea un poquito de lo que me pasa diariamente aquí en este blog quedará un registro de mi paso por el tiempo. Aunque la verdad no soy muy adepto de revisar mis post pasados y muchas veces me caigo bastante gordo.

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