Post de Día de Muertos

miércoles, noviembre 03, 2004

Esta tarde vi a una Hada

Era chiquita y azul, de unos 7 milímetros, con curvas y cuerpo de mujer, pequeñita. Tuve que cerrar un poco los párpados y enfocar para ver su cara, pero solo pude ver la silueta de un rostro femenino distorsionado en la imagen borrosa de mis ojos.

Brillaba con luz azul como la de una flama de una estufa de gas. La luz del atardecer iluminaba a ese ser que flotaba batiendo sus alas frente a mí, esta tarde en el jardín de la casa de Mar (La nobia del Tapatío)

Se realizó una comida familiar por motivo del cumpleaños de una de sus sobrinas, Sabina. El Tapatío me invitó ya que le había platicado que en ocasiones extraño a mi familia y me siento un poco solo. Pero en lugar de estar con toda la bola de señoras pedorras de sociedad y los pendejos fresas de sus primos y primas quienes sólo hablaban de sus escuelas de paga y antros de moda, mejor estuve con la niña del cumpleaños y su primito Anuar, ambos de tres años. Los tres intentábamos inútilmente darle de comer migajas de pan Bimbo a un pollito que le acababan de regalar a la niña.

Sentados sobre el pasto, les pregunté a los chamacos que cuál era el nombre del pollito y Anuar me respondió:

-“Perrito�- y se puso a reír.

-“¿Perrito?�- le pregunté

-“Sí, perrito-poyito se llama�- contestó Sabina y otra vez se pusieron los dos a reír con sus ojos grandes, ligeramente rasgados y unas orejas puntiagudas.

Y mientras mirábamos cómo el pollo se le quedaba viendo a todas esas hormigas y cochinillas y pequeños honguitos que vivían bajo el césped, fue entonces que vi al hada volar frente a mis ojos como un colibrí, como un insecto, como un caballito del diablo en miniatura.

-“Miren esas nubes�- Les dije a los niños señalando hacia el horizonte.

-“Es como si diosito estuviera detrás del cielo�- dijo Anuar y me sorprendí de la inteligencia del niño.

-“Si, sí, diosito�- dijo Sabina viendo al cielo.

Cuando regresé la vista para buscar a la hada, se había evaporado. El pollito estaba muerto, aun caliente, yerto sobre un fango de cagada y miados.

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