Según Mateo

lunes, julio 25, 2005

Cuando la cabeza tiene pedo la lengua no tiene respeto. Así decía mi abuelo, que era gente de muchas vidas y tenía entendimiento y palabras para hablar con principales. El pedo no es cosa de Dios, decía, es cosa del maligno, por eso no es bueno. Porque la lengua no tiene hueso cuando la cabeza tiene pedo, el maligno mueve la lengua.

Por eso lo llevan al Mateo. Ya lo llevan a la cárcel. Dos policías lo llevan. Que por borracho, que por ingrato lo llevan a la cárcel al Mateo Chejel. A los niños del dotrina les dice cosas sin respeto. Porque anda pedo el Mateo. Por eso dice cosas sin respeto que ofenden las creencias de sus mayores. Porque iba a ser cura por volunta dél y volunta de su mamá. Poco le faltaba y lo corrieron del seminario por pedo al Mateo. Que lo agarraron bebiendo el vino de consagración. Y comiendo ostias de botana. Seis botellas en un mes faltaban. Por eso lo corrieron. Los niños del drotina prefirieron al Mateo que al catequista. Le hacen rueda y no van al dotina. Se quedan ajuera oyendo al Mateo. Y el sacristán se enoja y manda a los policías que lo encierren. Porque no tiene respeto en su lengua. Yo oyí que esto decía los niños del dotrina:

—El otro día Dios amaneció bien encabronado. Le pegó un puñetazo a la mesa y el voladero de ángeles. Dice que andaba de mal humor, porque ya no aguantaba a su hijo. Que le salió muy rebelde. Allá por la tierra santa lo vieron haciendo diablura y media. Que en Jerusalén, nomás por hacer quedar mal al Papa cuando llegó en su Mercedes Ven, con vidrios que no le entran las balas, el Chuy, así le dicen al hijo, llegó en un burrito todo peludo y ñengo, el Papa que dizque es el mero encargado el mundo, le dio la queja a Dios. Que cómo va a ser eso.

—Y luego se echó otra buena. Que dizque se fue de fiesta con sus cuates con los que se junta. Que a penas andaban agarrando ambiente cuando se les acabó el chupe. Ahí tienen que con las magias se sabe, todos los refrescos que habían en la fiesta y en la bodega, los convirtió en vino. No pos toda la gente agarró una borrachera que todavía no se la cortan. Y eso no es todo. Que el otro día se fueron a la playa y nomás por apantallar a la palomilla se puso a andar encima del agua. Y ahí tienen a todos con la boca abierta cayéndoseles la baba de pura admiración. Y que luego les dijo: “El que tenga güevos, que me siga”. Que se miraban unos a otros como diciendo. No, pos yo sí tengo. Y ahí va la bola de pendejos detrás de él. No pos ya se ahogaban y dizque el Chuy, que así le dicen, a risa y risa. Que nomás se apretaba la panza de risa.

—Y luego que una mujer de la vida alegre, una tal Magalena, se le andaba dejando ir. Le llevaba sus regalitos, sus lociones, le quería pues, dar su oportunida. Que le movía las nalguitas y le decía : “Este es mi cuerpo”. Pero ahí si, el Chuy no jaló. No, le decía, estoy confesado. Y de ahí no lo pudo sacar. Más bien él la sacó del bule. Pero no sean mal pensados. La sacó para que ya no anduviera en malos pasos. Dicen que se la llevó de biata a acomodar las flores en el templo. Bueno, eso dicen, vayan ustedes a saber.

—Esto me lo contaron. No sé si será cierto. Que la otra noche llegó al cielo a media agua. Y ahí tienen que San Pedro no le quería abrir porque llegó a desoras y haciendo un ruidazo cuando ya todos estaban dormidos. No vaya a despertar al patrón, pensó Pedro. No pos que el Chuy bien enojado porque no le abrían, agarró a estrellazos la puerta y la dejó toda despostillada. Que al día siguiente la tuvieron que amarrar con un lacito y ponerle una tranca porque se quería caer. San Pedro todo mortificado de que le pudiera caer a alguien en la cabeza acá en la tierra.

— Y Dios, bien muino porque le salió cara la arreglada de la puerta. Y luego también las estrellas las tuvieron que mandar pegar, porque varios picos se les quebraron. Pero eso me lo platicaron, no sé si será cierto. Haber niños, ya me llegó la cruda, cayéndose con una feria para una chela que ya me llegó la sed”

Eso hablaba el Mateo a los niños del dotrina, yo lo oyí. Porque es jereje, dice el sacristán, su lengua no tiene respeto. Yo digo que no. Que su cabeza tiene pedo, por eso no tiene respeto. Por eso lo llevan a la cárcel al Mateo.

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