Ana Karla (La hada del pantano)

viernes, octubre 22, 2004

Blanca es tu ropa como un vestido de novia y bailas como el fuego de una vela y mi mirada se fija en ti como un sapo atraído por el brillo de una luciérnaga tratando de convertirse en príncipe con el más sutil roce de tus labios.

Sus palabras fueron no, pero se mordía los labios tratando de ocultar su deseo por besarme.

Nos miramos rápidamente como echándonos ojeadas y luego una sonrisa nerviosa. Nuestros labios se tocaron indirectamente después de que ella fumaba del “jiter� en su carro mientras paseábamos por este pantano urbano escuchando “Satisfacción (I can´t get no)�

Sus alas se escondían bajo su vestido en forma de fondo blanco y en el talón de su pierna estaba un tatuaje con un símbolo japones extrañamente familiar que me recuerda al final de algunas carícaturas cuando se quedaban en continuación…

Mis labios nerviosos no pudieron probar el sabor de su saliva y esa llama se desvaneció para siempre en el pantano de mis pensamientos. Tal vez la maligna hada de la lencería negra venga a salvarme.

Publicar un comentario