Spidey

jueves, julio 08, 2004

Primeramente quisiera aclarar que soy fan del Hombre Araña y solía comprar religiosamente los cuentos (comics) que salían cada quince días en la época en que eran editados, primeramente por editorial Novaro y después por Novedades Editores. Además de ver las rústicas caricaturas que hacían en los sesentas (en las que el Hombre Araña, para ir a cualquier lado siempre pasaba por el mismo lugar) y las recientes, en aquel entonces, El Hombre Araña y sus Fabulosos Amigos (con la mamasita de Estrella de Fuego y el Hombre de Hielo, mal llamado Deslizador de Plata).

Ayer fui a ver la película del Hombre Araña 2 y me pareció bastante buena, mejor que la primera parte, más cómica (J. Jonas Jameson rifa), más emocionante, las peleas están mejor realizadas y hay más elementos dramáticos que le dan personalidad a la cinta.
Pero en realidad el factor esencial del éxito de las películas del arácnido es ese halo de humanidad (en toda la extensión de la palabra) que no posee ningún otro superhéroe; es muy fácil identificarse con Spidey (como le decimos sus compas), cosa que no ocurre con Superman, quien es un ñoño, perfecto y sobrenatural, es como Ned Flanders con superpoderes, o bien Batman, un loco psicópata darqueto que lucha contra tipos de su misma calaña. Es como si yo mismo, en la vida real, tuviera que trabajar para pagar cuentas y lidiar con mujer ebrias sedientas de sexo y Rock and Roll, pero al llegar a la redacción del Guantos City Rocks On Line me transforme en un megalomaniaco hambriento por la conquista de la blogosfera. Whatever.

Pero Spidey no, él es la encarnación del loser (como era contemplado en los años 60s, el nerd, ahora los nerds dominan al mundo) de la persona común y corriente que tiene un chingo de problemas amorosos, escolares, familiares y financieros (¿Cuando han visto a Batman preocupado por la lana? De hecho el único superpoder de Batman, es que es asquerosamente millonario para comprar todos los juguetitos con los que combate al mal), y ahí es donde está la clave de la película.
Ya sé que en todos lados hacen referencia a estas cosas de las que les acabo de hablar, pero el punto que yo quiero tomar es que todas estas situaciones y más, se dan en los cuentos desde que tengo memoria, así que el mérito del Sam Raimi consiste, no en hacer una película de acción con todos los clichés y efectos especiales del cine de superhéroes, sino en llevar a la pantalla ese feeling característico de los cuentos, y la verdad es que cualquier resultado inferior a lo que demostraron ambas películas (1 y 2) habría sido un fracaso.

El Dato Geek, es que en la película hay un cameo de Stan Lee, aparece salvando a una mujer a la que le van a caer unos escombros (En la primera parte también aparece haciendo lo mismo salvando a una niña), lo pueden ubicar porque grita “¡Cuidado!�. Y el bonus extra es la memorable escena en la que el Doctor Pulpo está en el hospital y sus tentáculos toman conciencia propia y comienzan a masacras al que se topen enfrente, haciendo unas especie de broma-homenaje a la cinta de culto del mismo director, el Despertar del Diablo, con esos frenéticos movimientos de cámara distorsionada al Raz de piso y la famosa motosierra (que en el Despertar del Diablo, el protagonista se la pone en lugar de su mano mutilada). Cool.
A la mejor, como dijo Semidios, Peter Parker está medio pendejo, pero una vez que se pone el traje, PATEA CULOS.


Epilogo:
No sé hasta cuando piensen seguir sacando a villanos del año del caldo. En la cinta aparecen brevemente El Lagarto, el Hombre Lobo y el nuevo Duende Verde antes de hacerse malos. ¿Cuántas secuelas van a pasar para que finalmente aparezca Venom?

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