CHOCO 3
miércoles, septiembre 14, 2005
“¡Que hongo Choco! Te ves medio decaído”- dijo el Meño al ver que su compañero se acercaba.
Y el Choc respondió –“Simón guey, es que la pinche droga me trae en chinga”- muy serio y constreñido en ese momento. Para ese entonces se le había entrado la depre, por muy alivianado que fuese, de cualquier forma sentía un poco de remordimiento por la inútil vida que llevaba, había pensado en lo que Alina le dijo, uno de los insulto había logrado su cometido.
Y el Meño tratando de animar a su amigo le dijo: -“No compa, a mí se me hace que no paras de puñetero (Persona que disfruta de los placeres de la masturbación con excesiva frecuencia)”-
Y el Choco animado por el insulto amistoso se lució como nunca al responderle al más pícaro estilo tapatío.
“Hummmm pendejo, yo no me ando con puñetas. Empanzoné a tu hermana con la mano en la cintura y ahora pido un aplauso para el amor que a mi ha llegado”-
El Choc era un auténtico depravado, perdió la virginidad a los doce años con una de sus primas. Después de eso siguió cogiendo en cualquier ocasión que le era posible y adquirió una extraña fascinación por el sexo anal; tal era su descaro que una vez convenció a Alina de que accediera a coger por el culo diciéndole que eso la ayudaría a que cagara más a gusto.
Después de saludarse calurosamente entre las risas provocadas por la ocurrencia del Choco, éste le dijo al Meño: -“Vamos por Karla y por Blanca para ir al bosque”-
¡Cámara (Orale)! Pero ¿Cómo chingados nos vamos a ir?”- contestó Manuel (El Meño).
“Le voy a pedir el carro a mi jefa”- replicó el moreno.
Y aprovechando la buena voluntad del Choc para que se realizara ese acontecimiento, el Meño agregó:
“Pues pídela feria también, para comprar chelas y mota”-
Se lanzaron a la casa del choco y al llegar le pidió al Meño que lo esperará afuera mientras él realizaba aquella importante misión, conseguir el carro y el dinero.
Entró en la cocina y cuando se encontró frente a su mamá le dijo aquello que parecía más una orden que un ruego:
“Amá, préstame el carro para ir con unas nenas y dinero para comprarles una nieve ¿no?”-
“Primero habrías de quitarte ese mugrosa garra –dijo su mamá, señalando la playera negra con un estampado en rojo con la jeta del Chegue Vara. La traes todos los días, ya debe estar toda roñosa y con agujeros, deberías de vestirte mejor, cuidar tu persona, o tan siquiera traerla limpia. Préstamela para lavarla”-
“No amá, no estés fregando. Esta playera es el símbolo de mi individualidad y mi creencia en la libertad (El Choco era fan de las películas de David Lynch, y esa frase se la aprendió de la película Wild of Heart cuando Nicolas Jaulas [Nicolas Cage] se refería a su chamarra de víbora). Bueno ¿Me vas a dar dinero y el carro? ¿Si o no? Porque las chamacotas me están esperando”-
“llévatelo pues, pero si te presto el carro no es porque me creo esa mentira. Nomás lo hago porque no quiero verte en todo el día, cuando no estas en la casa, todo es tranquilidad. Lo que deberías hacer es conseguir un trabajo en las vacaciones, ya estas grandecito y tu papá ya no quiere verte de vago”- Dijo su jefa, pero para cuando su mamá terminó de decir su sermón, el Choc ya iba a 100 km/hr en camino a la casa de Karla, la novia del Meño, con cien pesos en la cartera.