CHOCO 6

miércoles, septiembre 21, 2005

Llegaron al bosque y buscaron un lugar apartado, no era fin de semana y no había mucha gente, por lo que no tardaron mucho tiempo en encontrar el lugar perfecto. Un claro de verde pasto, rodeado por grandes árboles y que terminaba en una barranquita por la que en tiempos de lluvia corre un riachuelo.

El Choco abrió la cajuela del carro para escuchar más claramente la música. El Meño hizo un corralito de piedras, lo llenó de hielos y puso las caguamas en el centro. Todos se sentaron alrededor de la improvisada hielera.

“Quiubo con las chivas”- Dijo el Choc, presumiendo que su equipo de fútbol le había metido 5 goles al América el fin de semana pasado, pretendiendo iniciar una conversación.

“No, por de la verga –contestó el Meño- La neta es el Atlas”- A lo que el Choco replicó:

“Nooo cabrón, pinches margaritas, ese equipo está destinado a no ganar nunca, y no es que jueguen mal, lo que pasa es que es un mandamiento divino que el si el Atlas algún día ganara el campeonato se daría el fin del mundo. Yo no sé por qué le vas a ese equipo tan pinche”-

“Ya van a empezar a hablar de fútbol? Los hombres neta que no saben hablar de otra cosa”- Dijo Mónica con su voz de desagrado.

“¡¿Qué no te gusta el fucho (Balompié, fútbol)?!”- Dijeron los dos al unísono.

“No y la neta no me interesa saber nada. Yo lo único que sé de fútbol es que los defensas son los que meten los goles”- Respondió Mónica y todo el mundo comenzó a cagarse de la risa otra vez, incluyendo a Mónica que no sabía que se estaban riendo de ella. Mónica, creyendo que había dicho algo chistoso y por no parecer tonta, comenzó a reírse sin saber que los demás se reían de ella, y eso avivó aun más la burla.

“Que onda Meño, pues pónchate (Armar, hacer, formar) otro joint (un gayo) ¿No?”- Sugirió el Choco después de las risas.

Ahhhh Choco faltaba más, si ya te habías tardado en pedírmelo”- Respondió Manuel metiendo la mano dentro de sus pantalones y sacando el güato (Paquete de proporciones considerables) de mota, envuelta en una página de la sección amarilla y un paquete de canalas (papel para hacer cigarros) y se dispuso a hacer un Marley (Joint de dimensiones épicas, nombrado así en honor a la célebre estrella de raggae).

“Es mota ¿Verdad?, hijoles”- Dijo Mónica asombrada al ver la habilidad del Meño para armar el churro (El Marley).

“¿Vas a fumar?”- Preguntó Blanca

Sí ¿Qué tiene? Quiero saber qué se siente”- Replicó Mónica en un tono retador.

“Pues buena suerte, no te vallas a maltripear”- Afirmó Blanca con la intención de asustarla.

“No mija, no te asustes ni te espantes. Vamos a viajarnos juntos y no te va a pasar nada, yo te voy a cuidar”- Intervino el Choc guiñándole el ojo a Mónica, con el cigarro en la boca y a punto de prenderlo.

Mónica fumó después. Tenía agarrada la peta (I mean Churro) con el dedo índice y el pulgar y se le quedaba mirando con curiosidad. Aspiró tímidamente del cigarro y el Choc le dijo con la voz entrecortada y con lo ojos vidriosos por estar aguantando el humo:

“Sobres Moni, aguanta el humo, tú puedes”-

Mónica atendiendo las indicaciones del Choco infló los cachetes como si estuviera sosteniendo la respiración debajo del agua, hasta que no pudo más y comenzó a toser fuertemente atragantándose con el humo.

“Haber pásamelo”- Dijo Blanca arrebatándole el cigarro de la mano. Fumó tranquilamente, no era la primera vez que fumaba, inhalo un tanque (Tres jalones seguidos) y se lo roló al Meño que dejó de afinar su guitarra para fumar, el Choco sólo miraba atentamente cómo fumaban, esperaba ansioso que le tocara otra vez.

Fumó Karla y se lo pasó al Choco quien le pegó un gran tanque y tomó un trago de su caguama para después soltar el humo que había en sus pulmones.

Cuando se acabó el chubis (la peta), que todavía alcanzó a dar dos vueltas más. Blanca le pidió al Meño que tocara una rola. El Meño se puso rápidamente de acuerdo con Karla con quien cantó lo siguiente:

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