CHOCO 5

martes, septiembre 20, 2005

Mónica se subió al carro y les dijo:

-“La escuela está en Guadalupe, cerca del Donimos Pizza”-

-“Meño, dale para la Primavera, la vamos a raptar”- Dijo el Choc

-“No choco, no seas mamón, llévame a la escuela”-

-“Lo siento jovencita, pero nos tendrá que acompañar”- contestó el Choc queriendo imitar la clásica frase del policía que amenaza con arrestarte por esta emborrachándote con tus amigos en la vía pública, cosa que al Choco y a la banda le pasaba un chingo de veces, pero que nunca pasó a mayores porque le soltaban una feria al cuico.

-“Bueno pues, pero tengo que regresar temprano a la casa”-

Mónica y Blanca eran viejas conocidas, vivían en el mismo conjunto habitacional y cuando eran niñas jugaban a la comidita y a las Barbies juntas, pero conforme pasaron los años, sus gustos y vidas adquirieron rumbos distintos y aquella amistad infantil se convirtió en una rivalidad natural.

“Huelen mariguana y sangre humana, van a dar el golpe chao.

Orientan su noción por la hipervitacora

Su autocine imaginario queda en la playa Satán…”

Cantaban en feedback (que es el sonido viciado que la electricidad establece entre el micrófono y su amplificador y que ha sido empleadísimo en el rock desde Peter Townshend, IIMI Hendrix y neil Young) los Babasonicos, desde el estéreo del carro, en una canción del álbum Dopadromo.

Era como una fiesta dentro del carro, todos iban bien prendidos, cantando las canciones, tomando y fumando y bien entrados en una alegre charla.

“¿Qué es eso?”- Preguntó Mónica refiriéndose a la música, después de tomar un trago de la caguama pasándosela al Choc.

“Esque Mónica sólo escucha a Enrique Iglesias (Quique Churchs) y al Grupo Límite”- Interrumpió Blanca en tono sarcástico.

“no escucho sólo eso, pero ¿Qué tiene? Yo en lo que me fijo es en el mensaje de las canciones, me gusta todo tipo de música, lo que dicen es lo más importante y esa música se escucha muy satánica o no sé qué”- contestó Mónica provocando la risa de todos quienes se burlaban de sus gustos ñoños (cursis, mimosos) y su mocharía (santurronería, mojigatería, beatería, puritanismo).

“Hay que pararnos a comprar más chelas y hielo, porque allá no va a haber”- Dijo sabiamente el Meño, quien iba manejando. Mónica, el Choco y Blanca estaban en el asiento trasero del carro, y Karla sentada en el asiento del copiloto. Se pararon en el expendio y el Meño se bajó con los envases vacíos.

“Voy a compara cigarros y agua ¿No quieren nada?”- Dijo Mónica al bajarse del carro para ir a la tienda.

“No gracias”- Respondió el Choc, mientras que Blanca sólo disintió con la cabeza.

“¿Por qué invitaste a esa pendeja?”- Dijo Blanca notablemente irritada.

“¿Qué? ¿Estas celosa?”- Contestó el Choco queriéndose reír.

“No, pero nunca me ha caído bien. No te sientas el importante”- Contestó Blanca.

“Ya sabes que tú eres la consentida de toditos mis amores”- Dijo el Choc abrazándola y dándole un sonoro beso en el cachete, cerquita de la boca.

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