CHOCO 12

viernes, septiembre 30, 2005

-“Yo no tengo ganas de andar cuidando pachecos. Mejor vamos a escalar algún cerro o a caminar”- Finalizó Karla de manera contundente y a todos les pareció estupenda la idea. Se marcharon dejando solos al Choco y Mónica.

El Choco se clavaba entre sueños con la música de los Beatles y se imaginaba cosas chidas. Después de todo lo que el cabrón se había metido, todavía estaba teniendo dulces sueños.

Mónica ya se sentía mejor para ese entonces y, un poco atarantada se levantó a ver como se entraba el Choc.

-“¿Te sientes mal?”-

El Choco tomó algo de conciencia y le dijo con voz torcida:

-“No… ya se me va a pasar. Lo que pasa es que no he comido nada en todo el día…”- Comenzó a eructar levemente y soltó otro chorro de vomitada.

-“Ay Choco. De veras ¿No quieres que te traiga algo?”- Mónica estaba realmente preocupada.

-“No, no, por favor. Sólo quédate conmigo”-

-“Me preocupas. Es que nunca te había visto así”-

- No, no. Ya me siento un poco mejor”-

Se repuso un poco y se quedó callado un buen rato, sentado en el asiento del carro, inclinado, viendo las hojas de los árboles que cubrían gran parte del suelo. Mónica acariciaba tiernamente su espalda.

Con la voz entrequebrada el Choco le dijo a Mónica:

-“Tú eres la única persona con la que tengo contacto, con la que tengo entendimiento, con quien dejo de viajar. Eres lo único que anhelo en la vida”-

Mónica se sacó de onda con lo que acababa de escuchar. Éste continuó diciéndole.

-“Cuando te veo, las cosas se vuelven más claras para mí, la vida ya no es tan difícil, me siento muy feliz sólo con verte; y es que no sabes lo que me encantas, lo que siento por ti, pero no me atrevo a mirarte, no me atrevo ni siquiera a hablarte porque me da pena, no puedo evitar compararme contigo, tú eres tan tierna, tan inocente y yo… -Titubeó por un momento, mientras que Mónica lo contemplaba atentamente, y un intento de lagrima quiso escurrirsele del ojo del moreno, pero el único liquido que salió de su cuerpo fue un escupitajo; el Choco continuó diciendo- … Tú bien sabes que no soy buena persona”-

Read more...

CHOCO 11

jueves, septiembre 29, 2005

Cuando el Choco regresó encontró a Blanca platicando con Karla y se dirigió con el Meño

“¿Qué onda Machín? ¿Todavía hay birras?”- dijo mientras miraba con un poco de rencor a Blanca.

“Yep”- Contestó el Meño. Agarró una caguama de la hielera y se dirigió con su compa a un tronco tirado que se podía ver desde donde estaban, para sentarse a platicar.

“Se te fue viva maestro”- Dijo el Meño y después tomó un largo trago de cerveza.

“Simón, pero todavía me queda la otra”-

“Primero revívela cabrón, anda es estado zombie (muerta viviente)”-

“Pues mientras tanto, fórjate (pónchate) otro fuete (Toque), yo te cuido la cerveza”-

La verdad es que el Choco ya estaba demasiado High (elevado, trapeado, arriba), pero seguía quemando nada más para hacerse pasar por el chingón que aguanta un chingo. Según él para quedar bien con sus compas, pero el Meño ya le llevaba muchas horas vuelo (El Meño fumaba mois desde que tenía catorce años) de ventaja y era capaz de aguantarle el paso a cualquiera.

-“Ay cabrón ya ando bien arriba -dijo el Choco- Tengo sed, dame chela ¿no?”- Pero el Meño no le quiso dar para que no se sintiera peor.

El Choco de repente perdió la atención, sentía que todo le daba vueltas. Los árboles que los rodeaban se desfiguraban girando en torno de ellos. El Meño le estaba platicando algo, pero el Choco nomás se le quedaba viendo, intentando con todas sus fuerzas entender lo que decía, pero sólo escuchaba sonidos como los de un casete al que un estéreo le está tragando la cinta y veía todas las cosas de forma esférica, como cuando ves en el reflejo de una esfera de navidad, y sostenía débilmente el cigarro con su mano izquierda que estaba colgando. El humo del Churro se le metía en la nariz y sentía que cada vez se ponía más loco. Miraba al Meño hablar, pero sólo lo veía mover la boca. Sus ojos comenzaban a cerrársele y un escalofrío invadía todo su cuerpo. Sentía que se perdía en un agujero negro del cual nunca iba a regresar. El viaje negro.

Aunque dentro de toda esa pálida (máximo punto al que puedes llegar fumando mota, es decir, una hiperpachequiza que por lo general deja malas experiencias que en realidad no son tan malas una vez analizadas después del viaje) el Choco sabía que no era posible que se quedara en el avión, ya le había pasado muchas veces y siempre había regresado.

-“¿Te siente mal?”- dijo el Meño al sacudirle el hombro a su compa.

-“¿Ehh?... …sí, sí quiero chela”-

-“Andas bien pasita (Pasoneado) caón. Mejor vamos a que te jetees”-

-“Simón pues. Pero dame un trago de la cerveza”-

-“¡Cabrón! No dejes el cigarro sin apagar, puedes comenzar un incendio”- (Después de todo al Meño sí le importaba la naturaleza)

-“Ahh perdón, Esque no me fijé”- Lo recogió y se lo pasó torpemente al Meño y éste le dio la caguama.

El Choco quiso chingarse lo que le quedaba a la cerveza de Hidalgo (Que chingue a su madre el que deje algo) pero cuando iba a la mitad comenzó a sentir arcadas (Nauseas) y la guacareada fue inminente. Soltaba chorros de cerveza sobre el suelo; el Meño tuvo que hacerse a un lado para que no lo solpicara. Producía sonidos realmente guturales, se encontraba inclinado con un hilito de baba colgando de su boca.

El Choco en verdad estaba en estado lamentable, casi lo llevaban arrastrando al carro. Incoherencia total. Meño lo acostó en el asiento del copiloto y puso el Abbey Road de los Beatles (Oh yea, all right. Are you gona be in my dreams tonight?) y al ver a Mónica profundamente dormidos dijo:

-“Que onda con estos dos batos locochones. Se paladearon gacho”-

-“Qué bueno que se pusieron así. Tal para cual”- Dijo Blanca con un notorio resentimiento.

Read more...

CHOCO 10

martes, septiembre 27, 2005

Así se estuvieron besando durante un buen rato, sus cuerpos fundidos en uno y las manos del Choco reconociendo las firmes y redondas nalgas que se podían sentir a través de sus Levis. Recorría los modestos montículos de las tetas, las puntas duras y palpitantes de los pezones erizados, la medialuna turgente de las nalgas y el valle caliente y profundo entre ellas hasta llegar, finalmente, a la suave elevación de su sexo cubierto por un espeso bosque de vellos que conducían a una hendidura mojada e hirviente, mientras ella suspiraba y temblaba apoyada en su cuerpo, lista para ser invadida y conquistada.

Blanca le susurraba apasionadamente al oído: -“Te deseo, te deseo”- mientras que el Choco le acariciaba tiernamente la parte más íntima de su anatomía.

Pero las palabras de Blanca hicieron que el Choco se acordara de la película Lost Higway (film de David Lynch) en una escena en la que el protagonista al estarse cogiendo a la ruca mala de la película, le dijo lo mismo que blanca acabada de decir y el Choco sintiéndose que estaba en el film le contestó:

“Pero nunca podrás tenerme”-

Blanca, superemputada le dijo: -“¿Qué te pasa pendejo?”- y lo aventó bruscamente, ocasionando que Choco se cayera de espaldas contra el suelo. Éste sólo se quedó tirado ciendo como Blanca se alejaba rápidamente.

El Choco se lamentó de haber hecho esa tontería, y para no sentirse humillado le gritó:

“¿Qué se siente tenerme y después perderme?”-

Read more...

CHOCO 9

lunes, septiembre 26, 2005

El Choco caminó un buen y a lo lejos vio la delgada figura de Blanca sentada al borde de la cañada. Se acercó, se sentó junto a ella y le dijo:

“Que onda”- Blanca ni siquiera lo volteó a ver. Después de un largo silencio, el Choco se atrevió a decir lo que pensaba:

“¿Sabes qué onda? A lo mejor voy a parecer un pendejo, pero no me importa, ocupo decirte lo que siento por ti.

“Me gustas un chingo. No puedo sacarte de mi cabeza, te veo en mis sueños, en todas partes; no sé por qué no dejo de pensar en ti, mi mente es una completa desubicación. Desde que te conocí quise llegar lejos contigo. Y a la mera voy a sonar atrevido (mejor dicho vulgar) pero cada vez que pienso en ti tengo una erección. No sabes las veces que me he masturbado con sólo recordar tu imagen”-

no es que el Choco fuera un corriente pelafustán, bueno, sí lo era, pero también era sincero en lo que decía; lo que pasa es que no pensaba mucho lo que decía, simplemente pensaba puras pendejadas y no tenía ningún recato en decirlas.

“¡¿Qué?! –dijo Blanca. ¿Qué estas diciendo Choco?”- después comenzó a reírse por las tonterías que acababa de escuchar.

“¡qué onda? ¿Qué pasa? ¿Por qué te ríes? ¿dije algo malo?”- Dijo el Choco completamente desconcertado porque él estaba hablando muy enserio.

“Nada Choco. Tú también me gustas mucho”- y se le quedó mirando profundamente a lso ojos con una leve sonrrisa, de ese tipo de sonrisas que alegran el corazón.

“Quiero que seas mi novia”-

“¿Lo dices enserio?”- Preguntó Blanca, era el momento que había estado esperando desde hacía algunos días.

“Neta, todo lo que te he dicho es enserio. Me gustas demasiado”- Y fueron las últimas palabras del Choc. Después se acercó lentamente y comenzó a besarla en la boca. Sus labios eran dulces y blandos; Blanca respondió inmediatamente abriendo un poco su boca y dejándo salir su lengua que acariciaba la lengua del Choco. Él la abrazaba y la pegaba a su cuerpo, se sentía cómo se pegaban a su pecho los senos de Blanca. Ella se estremecía como gacela y sentía como sus rígidos pezones querían taladrar la tela de su blusa. Se podía sentir el calor intenso de una hembra en celo. Su vientre se apretó contra el del Choc y éste le dio un pequeño mordisco en el cuello.

El Choco siempre había tenido mucho éxito con las mujeres, tenía algo que les gustaba (no sé que era ese algo, porque nunca me han gustado los hombres, pero tenía pegue con las morras) y siempre anduvo con chavas chidas (Que si bien no estaban buenas tampoco estaban gachas) y Blanca no era la excepción. Sus enormes ojos negros eran como el carbón (Tapatíos), los labios llenos como fruta madura y una hilera de dientes perfectos como perlas que el Choco cubrió con su voraz boca. Mientras acercaba su miembro (Le arrejuntaba el camarón) hinchado y rígido acariciando el vientre en suave frotamiento, le lamió los labios gozadores y le metió la lengua hasta el fondo de la garganta. Blanca respondió chupándole la lengua y luego entregándole la suya, tibia y perfumada con su aliento.

Read more...

CHOCO 8

viernes, septiembre 23, 2005

Mónica fumaba del Toque (Yoga) como si fuera un cigarro normal. Se puso a platicar puras pendejadas como:
“¡Miren! La cerveza brilla”- para después comenzarse a cagar de la risa.
“Qué onda Moni. Tranquila maestra”-Dijo el Meño
“Lo que pasa es que nadie me agarra la onda”-
“A ver pues, dinos en qué estas pensando, me interesa conocer tus pensamientos”- Dijo el Choc.
“No, es que… todo me da risa… …no, olvídalo, yo ando en otro rollo”- y entonces volvió a reírse como pendeja sin que nadie la pudiera controlar.
“Chidas tus amistades Choco, neta. Me cae”- Dijo Blanca.
Mónica estaba tomando un trago a la caguama y escupió todo lo que tenía en la boca al soltar otra risotada.
“Yo mejor me voy a dar una vuelta al bosque”- Finalizó Blanca poniéndose de pie y adentrándose entre los grandes árboles.
“Me siento muy mal, tengo mucho sueño y me duele la cabeza -dijo Mónica mientras se tambaleaba de un lado para otro- Me siento peor que si anduviera borracha”-
“Ya ves pinche Choco, para que dejaste que fumara tanto”- Intervino el Meño.
“Pues ni que yo fuera su papá cabrón, la morra ya está grandecita y sabe muy bien lo que hace”- Contestó un poco molesto. No estaba dispuesto a escuchar reproches, suficientes tenía en su casa para que su amigo comenzara a sermonearlo. Abrazó a Mónica y la llevó al asiento trasero del carro, ayudándola a que se acostara.
“Choco, perdóname, me da mucha pena que me veas así”- dijo Mónica con los ojos cerrados.
“no, no. Tú no te apures. Acuéstate, te dejo esta botella de agua por que te va a dar mucha sed. Yo voy a estar aquí con los muchachos para que me hables por si ocupas algo”-
Mónica sólo asintió con la cabeza y el choco se retiró dándole un pequeño beso en la boca.
“Ahh ¿Me mancho?” dijo mentalmente; estaba parado pensando que ese era el momento oportuno para fajársela, Mónica ni cuenta se iba a dar. Pero después reflexionó y dijo para sí mismo: “No, no soy tan cabrón, no me voy a manchar, me la voy a fajar sí, pero cuando esté alivianada”.
“Ya pues, pinche negro. Vente para acá”- Dijo el Meño mientras tocaba “Stariway to Heaven” en su guitarrra.
No guey, gracias, mejor me voy a ir a buscar a Blanca. Se me hace que está encabronada conmigo”-
“¿Se te hace= Déjame sacarte de dudas ¡Está encabronada contigo! No seas pendejo. Si no le has hecho caso en todo el tiempo que hemos estado aquí”-
“Simón ¿eda? Ahorita vengo, voy a buscarla”- y siguió la misma vereda por la que Blanca había entrado al bosque hace unos minutos.

Read more...

CHOCO 7

jueves, septiembre 22, 2005

-“Mi reflejo
En el espejo
No hay conexión con mi imagen
Soy tu amante
Soy tu cero
Soy la cara en tus sueños de cristal
Guarda tus oraciones
Para cuando realmente las necesitemos
Deshazte de tus precauciones y vuela
¿Quieres ir a pasear?
Eres lo que realmente necesito
Porque eres para mí
El vacío es soledad y la soledad es limpieza
Y la limpieza es divinidad, y Dios está agotado
Como yo.
Intoxicada con la locura
Estoy enamorada de mi tristeza
Imbéciles impostores, reinos encantados
Víctimas de la moda, mastican sus dientes de carbón
Nunca contaré nada, nada de que estaba deprimida
Te culpas de lo que no puedes ignorar
Te culpas por esperar más
Eres para mí
Eres lo que realmente necesito
Eres para mí
El único para mí”-

La voz desgarradora de Karla entonaba fantásticamente la desencantada letra, plasmaba el sentimiento de la canción como si la estuviera viviendo en carne propia, sufría mientras su áspera voz brotaba dolorosamente de su garganta; mientras que el Meño tocó como nunca nadie lo había oído tocar, recorría diestramente los trastes y las cuerdas de la lira, como si la conociera en su totalidad, como si su guitarra llorara tristemente; los riff, el requintéo, todo estuvo genial, se ganaron a pulso lo sinceros aplausos de su pequeña audiencia les dieron. Ambos estuvieron demasiado inspirados.
“qué bonito cantas J”- Dijo Blanca felicitando a Karla, quien agradeció con una leve sonrisa, moviendo la cabeza.
“Yo todavía no siento nada”-Dijo Mónica, pero nadie le hizo mucho caso.
“Sobres pues Meño, saca la otra mechita (Cuvi dubis) para prenderle fuego al cohete, porque yo tampoco siento nada, todavía no ando chido”- Y sin que le dijeran dos veces, el Meño se armó otro Yoga (Mechita), lo prendieron y todos volvieron a fumar, incluyendo Mónica que para ese entonces estaba tan pacheca que ya hasta veía a la Virgen de Guadalupe en un campo lleno de hermosas rosas de castilla, pero todavía no se había dado cuenta del estado en el que andaba. Todos estaban dispuestos a pasársela chido.

Read more...

CHOCO 6

miércoles, septiembre 21, 2005

Llegaron al bosque y buscaron un lugar apartado, no era fin de semana y no había mucha gente, por lo que no tardaron mucho tiempo en encontrar el lugar perfecto. Un claro de verde pasto, rodeado por grandes árboles y que terminaba en una barranquita por la que en tiempos de lluvia corre un riachuelo.

El Choco abrió la cajuela del carro para escuchar más claramente la música. El Meño hizo un corralito de piedras, lo llenó de hielos y puso las caguamas en el centro. Todos se sentaron alrededor de la improvisada hielera.

“Quiubo con las chivas”- Dijo el Choc, presumiendo que su equipo de fútbol le había metido 5 goles al América el fin de semana pasado, pretendiendo iniciar una conversación.

“No, por de la verga –contestó el Meño- La neta es el Atlas”- A lo que el Choco replicó:

“Nooo cabrón, pinches margaritas, ese equipo está destinado a no ganar nunca, y no es que jueguen mal, lo que pasa es que es un mandamiento divino que el si el Atlas algún día ganara el campeonato se daría el fin del mundo. Yo no sé por qué le vas a ese equipo tan pinche”-

“Ya van a empezar a hablar de fútbol? Los hombres neta que no saben hablar de otra cosa”- Dijo Mónica con su voz de desagrado.

“¡¿Qué no te gusta el fucho (Balompié, fútbol)?!”- Dijeron los dos al unísono.

“No y la neta no me interesa saber nada. Yo lo único que sé de fútbol es que los defensas son los que meten los goles”- Respondió Mónica y todo el mundo comenzó a cagarse de la risa otra vez, incluyendo a Mónica que no sabía que se estaban riendo de ella. Mónica, creyendo que había dicho algo chistoso y por no parecer tonta, comenzó a reírse sin saber que los demás se reían de ella, y eso avivó aun más la burla.

“Que onda Meño, pues pónchate (Armar, hacer, formar) otro joint (un gayo) ¿No?”- Sugirió el Choco después de las risas.

Ahhhh Choco faltaba más, si ya te habías tardado en pedírmelo”- Respondió Manuel metiendo la mano dentro de sus pantalones y sacando el güato (Paquete de proporciones considerables) de mota, envuelta en una página de la sección amarilla y un paquete de canalas (papel para hacer cigarros) y se dispuso a hacer un Marley (Joint de dimensiones épicas, nombrado así en honor a la célebre estrella de raggae).

“Es mota ¿Verdad?, hijoles”- Dijo Mónica asombrada al ver la habilidad del Meño para armar el churro (El Marley).

“¿Vas a fumar?”- Preguntó Blanca

Sí ¿Qué tiene? Quiero saber qué se siente”- Replicó Mónica en un tono retador.

“Pues buena suerte, no te vallas a maltripear”- Afirmó Blanca con la intención de asustarla.

“No mija, no te asustes ni te espantes. Vamos a viajarnos juntos y no te va a pasar nada, yo te voy a cuidar”- Intervino el Choc guiñándole el ojo a Mónica, con el cigarro en la boca y a punto de prenderlo.

Mónica fumó después. Tenía agarrada la peta (I mean Churro) con el dedo índice y el pulgar y se le quedaba mirando con curiosidad. Aspiró tímidamente del cigarro y el Choc le dijo con la voz entrecortada y con lo ojos vidriosos por estar aguantando el humo:

“Sobres Moni, aguanta el humo, tú puedes”-

Mónica atendiendo las indicaciones del Choco infló los cachetes como si estuviera sosteniendo la respiración debajo del agua, hasta que no pudo más y comenzó a toser fuertemente atragantándose con el humo.

“Haber pásamelo”- Dijo Blanca arrebatándole el cigarro de la mano. Fumó tranquilamente, no era la primera vez que fumaba, inhalo un tanque (Tres jalones seguidos) y se lo roló al Meño que dejó de afinar su guitarra para fumar, el Choco sólo miraba atentamente cómo fumaban, esperaba ansioso que le tocara otra vez.

Fumó Karla y se lo pasó al Choco quien le pegó un gran tanque y tomó un trago de su caguama para después soltar el humo que había en sus pulmones.

Cuando se acabó el chubis (la peta), que todavía alcanzó a dar dos vueltas más. Blanca le pidió al Meño que tocara una rola. El Meño se puso rápidamente de acuerdo con Karla con quien cantó lo siguiente:

Read more...

CHOCO 5

martes, septiembre 20, 2005

Mónica se subió al carro y les dijo:

-“La escuela está en Guadalupe, cerca del Donimos Pizza”-

-“Meño, dale para la Primavera, la vamos a raptar”- Dijo el Choc

-“No choco, no seas mamón, llévame a la escuela”-

-“Lo siento jovencita, pero nos tendrá que acompañar”- contestó el Choc queriendo imitar la clásica frase del policía que amenaza con arrestarte por esta emborrachándote con tus amigos en la vía pública, cosa que al Choco y a la banda le pasaba un chingo de veces, pero que nunca pasó a mayores porque le soltaban una feria al cuico.

-“Bueno pues, pero tengo que regresar temprano a la casa”-

Mónica y Blanca eran viejas conocidas, vivían en el mismo conjunto habitacional y cuando eran niñas jugaban a la comidita y a las Barbies juntas, pero conforme pasaron los años, sus gustos y vidas adquirieron rumbos distintos y aquella amistad infantil se convirtió en una rivalidad natural.

“Huelen mariguana y sangre humana, van a dar el golpe chao.

Orientan su noción por la hipervitacora

Su autocine imaginario queda en la playa Satán…”

Cantaban en feedback (que es el sonido viciado que la electricidad establece entre el micrófono y su amplificador y que ha sido empleadísimo en el rock desde Peter Townshend, IIMI Hendrix y neil Young) los Babasonicos, desde el estéreo del carro, en una canción del álbum Dopadromo.

Era como una fiesta dentro del carro, todos iban bien prendidos, cantando las canciones, tomando y fumando y bien entrados en una alegre charla.

“¿Qué es eso?”- Preguntó Mónica refiriéndose a la música, después de tomar un trago de la caguama pasándosela al Choc.

“Esque Mónica sólo escucha a Enrique Iglesias (Quique Churchs) y al Grupo Límite”- Interrumpió Blanca en tono sarcástico.

“no escucho sólo eso, pero ¿Qué tiene? Yo en lo que me fijo es en el mensaje de las canciones, me gusta todo tipo de música, lo que dicen es lo más importante y esa música se escucha muy satánica o no sé qué”- contestó Mónica provocando la risa de todos quienes se burlaban de sus gustos ñoños (cursis, mimosos) y su mocharía (santurronería, mojigatería, beatería, puritanismo).

“Hay que pararnos a comprar más chelas y hielo, porque allá no va a haber”- Dijo sabiamente el Meño, quien iba manejando. Mónica, el Choco y Blanca estaban en el asiento trasero del carro, y Karla sentada en el asiento del copiloto. Se pararon en el expendio y el Meño se bajó con los envases vacíos.

“Voy a compara cigarros y agua ¿No quieren nada?”- Dijo Mónica al bajarse del carro para ir a la tienda.

“No gracias”- Respondió el Choc, mientras que Blanca sólo disintió con la cabeza.

“¿Por qué invitaste a esa pendeja?”- Dijo Blanca notablemente irritada.

“¿Qué? ¿Estas celosa?”- Contestó el Choco queriéndose reír.

“No, pero nunca me ha caído bien. No te sientas el importante”- Contestó Blanca.

“Ya sabes que tú eres la consentida de toditos mis amores”- Dijo el Choc abrazándola y dándole un sonoro beso en el cachete, cerquita de la boca.

Read more...

CHOCO 4

lunes, septiembre 19, 2005

Karla era una muchacha muy rara, creo que ni siquiera Manuel la conocía bien. Tenía la voz muy ronca, muy chida, pero casi nunca hablaba. No era para nada farola (No era presumida, no aparentaba ser alguien especial o diferente). Sin embargo sus papás tenía mucha feria y ella siempre tuvo lo que quiso, pero rara vez se le veía con ropa nueva o accesorios caros, se me hace que ella nunca quiso ser nada. Algunas veces salía con nosotros, pero nunca nadie llegó a conocerla bien.

Karla salió y el Maño la esperaba en la cochera de su casa, le dijo sus planes y así nomás se fue con ellos, sin pedir permiso a pus papás ni nada de esas cosas.

“Que ondas Karla”- La saludó el Choc.

“Que onda, oye, pon este casete ¿no?”- Contestó secamente

“Ya vas ¿De quien es?”-

“Pues mio”-

“No, no, quise decir ¿quién toca?

“Ahhhh, Babasónicos”- Contestó Karla poniéndole fin a la conversación.

“Choco, párate a comprar unas chelas (Beer, Birra, Ale, Byrrh, Cheve, Chevecha que ech muy chabocha por que che chube a la cabecha, anda chava chube y chibe otro bacho de chevecha)”- Dijo el Meño al ver en la cercanía un modelorama (Expendio de la cervecería modelo).

Llegaron al edificio de Blanca, con una helada lata de aluminio, llena de deliciosa cerveza, en sus manos.

“Bajate tú por ella –Le pidió el Choc a su compa- Es que a mi me da vergüenza con sus jefes”-

“No mames pinche Choco, yo tengo un chingo de gueva. Ve tú cabrón, a ti es a quien le interesa que se haga el bisnes (Negocio, asunto)”- Renegó Manuel, obligando al Choc a que se armara de valor y se animara a buscar a la muchacha de las tetas pequeñas y las nalgas chidas.

Al poco rato bajaron los dos, venían riéndose mientras bajaban las escaleras.

Después de los saludos se dirigieron a la primavera, pero no sin antes hacer la necesaria escala por cerveza y mostaza (Mariguana) y fueron a la casa del Chapo, el dealer (Provedor de estupefacientes).

Karla reclinó el asiento del carro hasta atrás y se acostó apoyando su cabeza en sus brazos. El Meño caminó una cuadra hasta llegar a la casa; esperaba nervioso que le abrieran la puerta mientras que el Choco le decía a Blanca:

“Que bueno que viniste, vas a ver que nos la vamos a pasar muy chido”-

“Pues, espero eso y más Choc”- Contestó Blanca de forma coqueta.

El Choco miró por el espejo retrovisor y vio una imagen que le paralizó la plática. Era Mónica esperando el camión, la muchacha a la que el Choc le rogaba desde que estaba en la secundaria. El Choco intentó varias veces ligársela (Seducirla, enamorarla) pero ella siempre lo rechazó, ella era muy tranquila para alguien como él.

“¡Mónica, Mónica! ¡Ven!”- Gritó el Choc efusivamente. Abrió la puerta del carro y se paró a esperarla.

“¡Qué onda! ¿Qué están haciendo?”- Preguntó Mónica con su dulce voz.

“Vamos a la primavera. Tú también vienes con nosotros. Amos, va a haber galletas y gansitos, va a estar chido”-

“Ahh sí, pídeme permiso, ya sabes”- Contestó Mónica en tono mordaz.

“Mónico, por favor acompáñanos, me harías muy feliz con tu compañía”-

“Simooooón Choco, ya vi que vienes bien acompañado”- Dijo volteando a ver a Blanca.

“Sí, pero también viene Karla y el Meño, venimos todos como amigos”-

“De todas formas no puedo, tengo que ir a clases”-

Simooooón, mejor invéntate otro paro (Pretexto), porque estamos en vacaciones ¿ehhh mija?”-

“No seas buey ehh, tengo que ir a mis clases de ingles”-

“Bueno, nosotros te llevamos”- Dijo el Meño que venía de la casa del Chapo con el paquete guardado en el calzón y alcanzó a escuchar la última frase de Mónica.

Read more...

CHOCO 3

miércoles, septiembre 14, 2005

“¡Que hongo Choco! Te ves medio decaído”- dijo el Meño al ver que su compañero se acercaba.

Y el Choc respondió –“Simón guey, es que la pinche droga me trae en chinga”- muy serio y constreñido en ese momento. Para ese entonces se le había entrado la depre, por muy alivianado que fuese, de cualquier forma sentía un poco de remordimiento por la inútil vida que llevaba, había pensado en lo que Alina le dijo, uno de los insulto había logrado su cometido.

Y el Meño tratando de animar a su amigo le dijo: -“No compa, a mí se me hace que no paras de puñetero (Persona que disfruta de los placeres de la masturbación con excesiva frecuencia)”-

Y el Choco animado por el insulto amistoso se lució como nunca al responderle al más pícaro estilo tapatío.

“Hummmm pendejo, yo no me ando con puñetas. Empanzoné a tu hermana con la mano en la cintura y ahora pido un aplauso para el amor que a mi ha llegado”-

El Choc era un auténtico depravado, perdió la virginidad a los doce años con una de sus primas. Después de eso siguió cogiendo en cualquier ocasión que le era posible y adquirió una extraña fascinación por el sexo anal; tal era su descaro que una vez convenció a Alina de que accediera a coger por el culo diciéndole que eso la ayudaría a que cagara más a gusto.

Después de saludarse calurosamente entre las risas provocadas por la ocurrencia del Choco, éste le dijo al Meño: -“Vamos por Karla y por Blanca para ir al bosque”-

¡Cámara (Orale)! Pero ¿Cómo chingados nos vamos a ir?”- contestó Manuel (El Meño).

“Le voy a pedir el carro a mi jefa”- replicó el moreno.

Y aprovechando la buena voluntad del Choc para que se realizara ese acontecimiento, el Meño agregó:

“Pues pídela feria también, para comprar chelas y mota”-

Se lanzaron a la casa del choco y al llegar le pidió al Meño que lo esperará afuera mientras él realizaba aquella importante misión, conseguir el carro y el dinero.

Entró en la cocina y cuando se encontró frente a su mamá le dijo aquello que parecía más una orden que un ruego:

“Amá, préstame el carro para ir con unas nenas y dinero para comprarles una nieve ¿no?”-

“Primero habrías de quitarte ese mugrosa garra –dijo su mamá, señalando la playera negra con un estampado en rojo con la jeta del Chegue Vara. La traes todos los días, ya debe estar toda roñosa y con agujeros, deberías de vestirte mejor, cuidar tu persona, o tan siquiera traerla limpia. Préstamela para lavarla”-

“No amá, no estés fregando. Esta playera es el símbolo de mi individualidad y mi creencia en la libertad (El Choco era fan de las películas de David Lynch, y esa frase se la aprendió de la película Wild of Heart cuando Nicolas Jaulas [Nicolas Cage] se refería a su chamarra de víbora). Bueno ¿Me vas a dar dinero y el carro? ¿Si o no? Porque las chamacotas me están esperando”-

“llévatelo pues, pero si te presto el carro no es porque me creo esa mentira. Nomás lo hago porque no quiero verte en todo el día, cuando no estas en la casa, todo es tranquilidad. Lo que deberías hacer es conseguir un trabajo en las vacaciones, ya estas grandecito y tu papá ya no quiere verte de vago”- Dijo su jefa, pero para cuando su mamá terminó de decir su sermón, el Choc ya iba a 100 km/hr en camino a la casa de Karla, la novia del Meño, con cien pesos en la cartera.

Read more...

CHOCO 2

martes, septiembre 13, 2005

“Con que no puede querer otra persona… el otro día, cuando Blanca se despidió de mí, me dio un beso a media boca y estuvo mirándome toda la tarde de una forma en la que me decía que tenía ganas de aventarme los calzones en la cara. Esta buenona, la tetas no loas tiene tan grandes, pero tiene unas nalgas de fábula. Esa morra es alivianadota “open mind” (Es decir, que se considera una chica liberal, extrovertida y desenvuelta, aunque los demás piensen que es una piruja), me gusta bien mucho, es mejor que sea así, no voy a batallarle para llegarle.

“Ya no siento nada por Alina y Blanca está más buena. Voy a salir por el Meño para que vallamos por las morras y llevarlas a la primavera (Un bonito bosque situado en las cercanías de Guadalajara) y luego… mmm ¿En qué chingados andaba pensando? … ¡Vale madres! Le voy a llegar a Blanca allá”

El Choco salió a la calle en busca de su amigo. Vio que la luz pegaba fuertemente en sus pupilas y se puso sus lentes oscuros, ocultando sus enrojecidos ojos. Sintió como los fuertes rayos del sol se estrellaban en su morena piel (Por eso le decían Choco, por el color oscuro de su piel, semejante al color del chocolate) llenándose de un sabroso calor que se combinaba con lo fresco del viento que soplaba y levantaba sus largos dreadlocks (Cabellos enredados a la usanza rastafari) en el aire, haciéndole sentir una hermosa sensación de libertad, además de que aun estaba muy contento por los efectos de la mota (Mariguana) que se había fumado al despertar.

Se dirigió al parque, sabía que ahí estaba su amigo; él siempre estaba en el parque, nunca supe por qué al Meño no le gustaba estar en su casa. Prefería pasar todo el día acostado bajo un gran pino con su walkman y tocando su guitarra; y por las tardes con su novia Karla, cuando se juntaba toda la banda (Agrupación de muchachos jóvenes que se juntan asiduamente en un mismo pinche lugar para hacer nada), Pero siempre en el parque, era el lugar donde se desarrollaba su vida entera.

El Choc llevaba cuatro años viviendo en la colonia y el Meño seguía igual que el día en que lo conoció. No trabajaba ni iba a la escuela, él era el dueño del parque, lo merecía, era como su casa, y como no tenía nada que hacer, limpiaba la basura que dejaba tirada la gente y nos regañaba a todos cuando lo hacíamos o cuando maltratábamos las plantas. Conocía a todos los conserjes y jardineros del parque y a menudo se le veía platicar con alguno de ellos. Y no es que fuera un activista ecológico o algo por el estilo, a él le valía madre que se pudriera el planeta, pero cuidaba el parque como si fuera su verdadero hogar.

Read more...

CHOCO

lunes, septiembre 12, 2005

“¡Marco! Levántate ya, ira nomás qué hora es y tú todavía echado, güebon”-

El Choc escuchó muy dentro de sus sueños lo que su mamá le decía y pretendió ignorar esa orden y seguir durmiendo, pero ya estaba muy entrada la mañana, el sol pegaba muy fuerte en su cara y la cama la calaba, por lo que le fue imposible seguir soñando. Se levantó y se sentó en su cama, apendejado todavía a causa de la peda de la noche anterior. Revisó en el bolsillo interior de su chamarra que se encontraba tirada en el suelo junto con toda su demás ropa, y sacó una pequeña bolsita con un poco de mariguana (Cannabis; fam: cannabáceas, ord.: urticales; nombre vulgar del cáñamo común, plantas cuyas hojas de propiedades narcóticas, fumadas a modo de tabaco, producen trastornos cerebrales), si no le era posible continuar soñando dormido, pues entonces comenzaría el día soñando despierto.

El Choco necesitaba darse un toque (fumar mariguana) todas la mañanas porque sino andaba todo el día desanimado, ¡Neta! Había veces que si no fumaba no comía en todo el día. Forjó un cigarro y lo prendió, quería quitarse el amargo sabor a cobre y vomito de su boca. Inhalaba fuertemente de su chubis (Gallo) y hacía lo posible para no sacar nada de humo. Sus pulmones se llenaban al máximo mientras que los pensamientos del nuevo día comenzaban a nacer dentro de su cabeza (J). Casi se le quemaban los dedos cuando apagó su Touch (Chubis) no sin antes dale una última fumada; agarró el aromatizante de ambiente y roció todo el cuarto con fragancia a “Lilas essence” para disimular el escandaloso olor. Se vistió lentamente mientras que meditaba la razón del ¡por qué David Lynch hace películas tan piratonas (entiéndase, locas, maníacas, desquiciadas)?

Lleno de un extraño buen humor de tinte más bien simplón, se metió al baño a lavarse los dientes para llenar su boda de una sensación de frescura y facilitar la expulsión de los gargajos que tenía atorados en la garganta y después bajó a almorzar. Un nuevo día y una aventura habían comenzado.

La música llenaba toda la casa, los sonidos estridentes y violentos de las guitarras que salían de las bocinas del estéreo pusieron histérica a su mamá, que le dijo: -¡Marco! Chingado, apagale a tu ruido que me estas volviendo loca”-

A lo que el Choc respondió –“Ay ama, eres una conservadora, tu mente no está abierta al cambio. No sé de qué te quejas, es más, nuestra música se parece a la de los sesentas, en lo delirante y tú dizque andabas de hippie”-

“No, que conservadora ni que ocho cuartos, si a mí me toco la época de los Beatles, pero no era lo mismo…”-

¡RRRRRRRING!

El teléfono rompió con la pelea acerca de sus diferencias generacionales y su mamá, cambiando de tema, dijo: -“Andale Marco, ve a contestar que sabes bien que es para ti”- Y en efecto, el Choco sabía perfectamente que era Alina, su exnovia, quien lo llamaba, y no pudiendo evitar reflejar en su cara un gesto de enfado, contestó:

“Qué onda”- Dijo Alina con su clásica voz de güeva.

“Hola Alina ¿Qué Paso?”- Respondió el Choc con el rostro fruncido por la desagradable nausea que le provocaba imaginar la figura de su ex.

“Nada, nomás hablo para ver qué estabas haciendo”- Contestó Alina.

Y entonces el Choco enérgicamente protestó diciendo: -“¡Oye no mames! Lo primero que escucho en el día es tu voz ¿No te enfadas? ¿Qué no entiendes que ya terminamos? Quedamos en que nos íbamos a dar un “brake”, déjame extrañarte poquito, todo el día quieres estar conmigo y no dejas desarrollar mi libertad personal, no me dejas madurar como individuo, si de por si no tengo aspiraciones y luego tú llegas para compartirme de todos tus pinches problemas, ¡No mames! Y entonces… ¿Qué te estaba diciendo?...”-

Alina dándose cuenta del estado de incoherencia en que se encontraba el Choc le dijo:

“Mmmm, ya estas diciendo puras pendejadas otra vez, de seguro que andas bien pacheco (Demasiado intoxicado por mariguana) otra vez, como no sabes hacer otra cosa, ya estas igual que tus amigos. Y yo de estúpida que creí que con nuestra relación ibas a cambiar pero…”-

El Choco no pudo contener la risa que le brotaba de los más profundo de su ronco pecho, ocacionada por las palabras de Alina que a él le parecían graciosas y soltó una sonora carcajada.

Alina, superencabronada, apresurando su acostumbrada cadenciosa voz de morra fresona (Chica presuntuosa, muy mamona, de la gente “Bien” de Guadalajara) le dijo casi gritando:

“¿Sabes qué, pendejo? Ve a reírte de tu puta madre, que yo no soy ninguna pendeja que tenga que soportar tus babosadas, maldito Junky (Drogadicto, vicioso), no te dejo de hablar nada más porque son muchas las cosas que nos unen ¿ehhh?, pero no esperes que aguante tus chingaderas, tratándome así cuando se te pega la gana y cuando quieras hacerlo (Coger) ahí sí mi trates muy bien, espero que consideres que tienes a alguien que te quiere mucho, porque la neta, no creo que te pueda querer alguna otra persona, ¡Adios!”- ¡CLICK!-

un poco molesto por los insultos, que aunque con mucha verdad en las palabras de Alina, no lograron calarle completamente en la conciencia, el Choc pensó:

“Pinche Alina, ya no la soporto, es que ya ni cuando se echa pedos me da risa. A pesar de que siempre está dispuesta cuando tengo ganas, yo ocupo una vieja nueva, con Alina ya ni se me para, me da más placer sacarme las lagañas que coger con ella; no se me antoja ni verla, necesito otra vieja…

Read more...

LA NETA

miércoles, septiembre 07, 2005

Cualquier cosa que se postee hoy, para nada va a llegarle a lo que hizo este cabron.

Checate esto primero

y luego esto despues.

Read more...

Separados al nacer

martes, septiembre 06, 2005


Bad Vader

el tio Lucas Adams


Y pa las morras:


Jud Law Bichi

Cheetos

Read more...

25 watz

lunes, septiembre 05, 2005

La luz débil de un foco de 25 watz ilumina tu cuarto donde hay tres camas individuales, las paredes son del color del cemento, están sin ninguna clase de pintura. Tengo mucho sueño, mis ojos están cerrados y estoy a punto de caer dormido. Tu hermana descansa en la cama de en medio esperando que las luces se apaguen para dormirse definitivamente, sonríe como recordando el día que hemos pasado todos juntos. Quisiera que las imágenes que pasan por mi cabeza también fueran de este día, pero no logro acodarme de nada, es como si yo no hubiera estado del todo con ustedes, contigo, sólo puedo pensar en el presente, en este momento antes de dormirnos en tu cuarto y eso más que producirme frustración me desespera en sobremanera ¿Qué pasa conmigo? ¿A caso no soy capaz de tener el control de mi vida, aunque sea en mis recuerdos, en mi memoria? ¿Me estoy volviendo loco o pendejo?

Seguramente fue un excelente día porque te escucho cantar una canción mientras te quitas el maquillaje en el cuarto de baño. Mi mente se disuelve en la ausencia de mis recuerdos hasta casi quedarme dormido. Y entonces entras tú y el ruido que haces me trae otra vez a tu cuarto.

Caminas sobre tus rodillas y manos para acostarte en tu cama, el muslo de tu pierna se estira acomodándose, tu piel como de bronce brilla con el reflejo de la frágil luz de los 25 watz. Llevas un pequeño short de tela delgada y una blusa sin mangas que hace juego. Antes de meterte bajo las sabanas estiras tu cuerpo por un bostezo, levantas tu pierna, se estira tu short y alcanzo a verte un pedazo de nalga. No sé si es real, estoy apunto de excitarme -“buenas noches”- dices y apagas la luz.


Read more...

para que vean que no soy puto

viernes, septiembre 02, 2005

Ñora cogiendo con un hombre inflabe

Porno Magia

Esta posición nunca la he hecho


Ahi la vemos, no se intoxiquen mucho

Read more...