Maruata
lunes, septiembre 06, 2004
Durante está semana, la redacción de Guanatos City Rocks On Line se dio a la tarea de recopilar historias con una temática similar, Maruata. Mi lugar preferido en todo el mudo.
Hay que regresarse sin dinero, los pocos baños tapados desbordándose, las palapas ocupadas en su totalidad con gente que no deja de tirar a su alrededor botellas y colillas. Para el regreso pidiendo dinero a cualquier desconocido, vendiendo las playeras, el traje de baño, el reloj. Sin dinero para darse el último regaderazo ni comer aunque sea un par de huevos en la enramada más miserable. El cuerpo quemado y con ronchas de piquetes de mosquitos y pulgas. EL pelo y las orejas llenas de arena. El sol calcinante aún bajo la sombra. EL mar con una nata café, arrastrando hasta la orilla envases de plástico, latas, bolsas de papas y pañales desechables. El auto se ha quedado sin gasolina y la gasolinera más cercana está a 5 kilómetros.>
Por la noche los robaron, navajearon las paredes de su casa de campaña y se llevaron todo; dinero, grabadora, mochilas, sleeping… hasta la mota les robaron. Se quedaron sólo con la ropa que traÃan puesta… y la casa de campaña navajeada.
Ella encuentra unos amigos y se regresa con ellos, él se queda para encontrar la forma de conseguir dinero para gasolina y regresarse en su coche.
Después de seis caguamas, dos churros, una llanta ponchada y el autoestéreo arruinado (al comerse mi kct favorito de reggae) llegamos yo y mi novia a acampar en la playa.
Con el dinero que consiguió vendiendo su traje de baño y se reloj camina por la carretera hasta la gasolinera, bajo el implacable sol. En la carretera no hay nada, ni un auto pasa. Caminé de regreso cargando el bote de gasolina, iba como zombi, un trailer pasó rozándome, al esquivarlo me tropecé al borde de la carretera, el bote rodó por el asfalto y la gasolina tirado comenzó a evaporarse ante mis ojos. Me senté en una piedra a afrontar mi destino… Maruata no querÃa dejarme ir.
<>Daniel Neufeld.