viernes, septiembre 17, 2004
TapatÃo: ¡Quiubo Zónico! ¿Qué hicistes el dÃa del grito?
Zónico: Pues lo de siempre
TapatÃo: ¿Tratar de conquistr la blogosfera?
Zónico: Naaaa, emborracharme hasta la inconsciencia, quedar en condición de bulto, me sacaron como a los toreros, en hombros. ¿Y a ti como te fue?
TapatÃo: Pues estuve con Mar todo el dÃa, nos la pasamos bien chiro la neta.
Zónico: Que ¿Ya te aflojó?
TapatÃo: Nel pastel
Zónico: O le manoseaste las chiches o “tan siquiera� le agarraste la cola?
TapatÃo: Aplacate, además es algo que no te importa, un caballero no tiene memoria.
Zónico: Ahhh, yo creÃa que mis lagunas mentales eran por el uso crónico de la mota y no por ser un caballero.
TapatÃo: Lo que si quiero decir esque pues me viera (hubiera) gustado haberle escrito algo chido, escribirle sendos poemas como los que nos manda Ramón donde le diga lo que significa para mÃ, que es más hermosa que el Mar y las estrellas que brillan centelleantes en el filmamento y que mi amor por ella es más grande que el mar y todas esas palabras bonitas que usan los poetas para expresar sus sentimientos, pero a mà nomás no me sale nada, osea, puedo escribir cosas chidas y toda la cosa pero cuando quiero escribirle algo a ella no me sale. Creo que lo que siento está más allá de las palabras. Chale, quisiera escribirle cosas bonitas. Quisiera escribir como tú. Eres mi indiolo.