Balcones con ropas colgadas de una soga.

No me dice mucho un balcón en el que la ropa cuelga de una soga, no me provoca ninguna imagen ni un pensamiento específico. Tal vez me remita a un recuerdo de la infancia cuando pasaba horas viendo la TV y en las carícaturas de Don Gato y su pandilla había ropa colgando de un edificio a otro en los rascacielos de Nueva York. O a lo mucho me transporte a mi barrio donde unos tenis aún cuelgan de los cables telefónicos, pero nada más.

¿Por qué motivo existen balcones en los que la ropa cuelga de una soga? ¿Acaso no existen lugares mejores dónde colgarla? ¿Para qué existen los balcones?

Muy pocas veces he visto que alguien en el balcón de una casa. No me imagino que alguien le diga a su esposa, sus hijos o invitados “¿Qué les parece si mejor nos vamos al balcón?�.

Tal vez colgar la ropa en el balcón sea una forma de darle uso a una parte de la casa que menos se usa, pero la ropa corre el riesgo de volar con el viento o de que se ensucien con el polvo, así que sigue siendo mejor sitio un ropero.

Otra de las razones que se me ocurren para justificar la existencia de los balcones es para las serenatas y a menos que la serenata termine con una sesión de sexo onda Romeo y Julieta, dudo que de otra manera la ropa cuelgue en el balcón, además faltaría la soga.

Pudiera tratarse de algún manual omitido de “Historias de Cronopios y de Famas� de Cortazar, en el que el argentino nos da complicadas instrucciones para hacer algo ridículo y trivial como colgar ropa de una soga en un balcón.

Finalmente creo que el colgar la ropa cuelga en una soga del balcón, se debe simplemente a que la casa no cuenta con un lugar más apropiado para tender la ropa que se acaba de lavar.

Chín, esta reflexión filosófica parece más bien monólogo de Adal Ramones.