Manejar con sueño

martes, abril 13, 2004

Para bien mucha gente no hay nada pior que manejar cansado, Ahí se la pasan dice y dice en la telera (TV) quesque no manejes cansado y no sé que la canción. Pero pues la noche del lunes me regresé manejando el vocho de mi jefa yo solito como a eso de las 3 de la madrugada porque el carro se nos destarugó cuando fuimos a vacacionar a las paradisiaca playa de Boca de Pascual en Tecomán . No manches, mis jefes se pasan de chori, pinche playa naca y además jodida, puras olotas que no daban chance de meterse a bañar al mar. Chingo a mi madre que son las últimas vacaciones que me las paso con mi familia, llegamos a unos bungalos bien macuarros donde la pinche alberquilla apestosa a cloro que tenía, se encontraba infestada de gentes sudorosas y apestosas y además un montón de crías que nomás estaban cagando el palo, me cae que hasta metían bebés con pañales cagados, chales.
Bueno, el chiste esque no iba a contarles lo jodidas que estuvieron mis apestosas vagaciones (vacaciones), sino que el pendejo de mi papá se le ocurrió llevarse el pinche vocho puteado de mi jefa y no lo revisó ni nada, nomás se lo llevó “Así, a lo lírico� dijo y pos se nos destarugó allá en Tecomán y todos se regresaron en camión mientras yo me quedé a esperar a que el mecánico lo arreglara. Me quedé según eso porque no tengo nada que hacer y mi jefe tiene que irse a hacerse pendejo y calentar su gordo culo al jale y pos yo le dije que yo también trabajaba, que la redacción de Zónico Online estaba a mi cargo pero me dijo que no dijera pendejadas y ya. La mera neta yo acepte nomás porque no quería seguirles viendo la jeta en la casa.
Pero el mecánico se tardó bien muchísimo y vino acabando como a las 2 de la madrugada del lunes y pos como yo no quería estar en ese pinche ranchillo me lance de raid por toda la carretera costera hasta encontrarme una playa que estuviera acá chidilla, y me topé con unos batos medios jipones (o jipiosones como se diga) de esos bueyes mugrosos que no se bañan y piensan puras pendejadas de esas que el mundo es bien chido y la chingada. Bueno el chiste esque me fui de ida y vuelta a una playa, pero luego les cuento de eso, lo que yo quería platicarles es que me regrese el lunes en la madrugada en el vocho y como me chingue en cagüilas (Kgüamas) toda la lana que me dieron pa regresarme, me la aventé por la libre, y pos estuvo bien cabrón la mera neta.
Tenía un chingo de sueño y todo estaba bien oscuro, no venía ni un carro y nomás de repente uno que otro tórton (camión) pero la oscuridad era abrumadora. El cielo lucía repleto de estrellas y de repente se veía una que otra estrella fugaz, yo nunca había visto una, la neta pensé que era pura güasa de las caricaturas y la televisión para pedír deseos, pero se ven bien riatas.
Luego como que se me quería cerrar los ojos y pos a la mejor a muchos de ustedes se les va a hacer mamón y la fregada, pero me vale verga, yo soy católico, católico bien, no como carne en la cuaresma y trato de ir a misa todos los domingos y pos sentía que me iba a quedar jetón en la carretera y me iba a matar, porque estaba alucinando con las luces de los señalamientos y de los camiones que se veían bien perros en la oscuridad y los reflejos de las luces en mis cristales me producían unas alucinaciones bien cañonas, bien psiquiatrotas, y yo me asuste y me decía a mí mismo en voz alta “Tapatío no te duermas, Tapatiíto no te vayas a morir porfis� pero mi voz se escuchaba como ajena, lejana, como si otra persona fuera quien hablara y me comencé a imaginas que Cristo era quien viajaba a mi lado y era mi copiloto, y entonces me sentí seguro porque estando bien con Dios pueden chingar a su madre todos lo pajaritos (perdón. Angelitos) y comencé a platicar con él, le preguntaba que qué era lo que él esperaba de mí, y pa qué estaba yo en esta vida, y que tal lo había hecho hasta entonces y si él creía que si me iba a ir al cielo y ese tipo de cosas que no me voy a poner a platicarles porque no quiero. Pero el chiste esque me entretuve bien mucho porque el carro le suena todo menos el estereo y venía platica y platica con Jesús mi amigo imaginario y estaba superconcentrado manejando en la carretera concediendo cambios de luces y toda la cosa. Ahhh por cierto, ahí les va un tip que descubrí para viajar seguro por carretera: Ustedes nomás obedezcan todas las señales de transito, neta, haciendo eso la arman para viajar seguros.
Por fin llegué a Guantos City y como que me sentí con confianza en la ciudad y casi andaba chocando antecito de llegar a la chan (casa).
Tan tan, se acabó el cuento.

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