viernes, agosto 13, 2004

Por la noche fuimos a pasear al malecón de Puerto Vallarta.
Descubrí por qué al Zónico le caga Puerto Vallarta, es una copia de Guadalajara, toda la gente que camina por ahí son de Guanatos, la misma gente sangrona que te encuentras por acá, hasta lo puentes y pasos a desnivel son iguales.

Lo que se me hizo culero fue todo el degenere que había en un bar que se llama El 69. Había puro gringo como de esos que salen en el programa Wild On, que estaban “going guaild� y “bery güeisted javing a greit taim�, las gringas movían sus enormes traseros y varios gringos aprovechaban para arrimarles el camarón bien pedotes, pura gente sin respeto por su cuerpo ni temor de Dios.
Al Zónico sí le gustan esos desmadres y se quedó en el malecón a ver si alguna gringa le enseñaba las chiches, pero yo mejor me fui a un ciber para checar mi correo, afortunada o desafortunadamente, sí tenía mensajes.

El día siguiente regresamos a Guadalajara y en el camino un camión lleno de puercos se había volteado. Había puercos muertos por toda la carretera que estaba toda manchada de sangre y se podían escuchar los gritos de los puercos perdidos en la selva. Zónico dijo que ese momento le había parecido como cuando Jim Morrisón había mirado a esos indios muertos en la carretera, como sale en la película de los Doors. Yo me sentí extraño, saqué de mi bolsillo un papel donde venía un correo de Mar (Mi nobia).




"Mis lagrimas se deslizan suavemente sobre mi rostro, como una suave caricia salada, y pienso que en lugar de que sean lagrimas amargas , ahora son lagrimas calidas que desbordan en cada una purificación y desahogo, no me preocupo por llorar sino que solo me dejo llevar, pensando que lo necesitaba, ¡que irónico!, y no es porque yo sea masoquista ni nada por el estilo, sino ahora tengo ganas de hacerlo, ¿y porque chingados no darme lujo de hacerlo?, jajaja, dulce melancolía el disfrutar del cálido derrame que recorre mis mejillas, como gotas de mar y de pronto me imagino que las lagrimas provienen del mar, y que así como nos sumergimos y sentimos sobre nuestro rostro, alrededor de todo nuestro cuerpo, al refugiarnos en el mar, es como una metáfora, cierro mis ojos y es lo que siento y bendigo al mar, bendigo a la naturaleza, bendigo a Dios, bendigo mi cuerpo, bendigo mi alma, bendigo mis ojos y por ultimo bendigo a estas lagrimas caprichosas.
"Feliz Cumpleaños"

Fin.

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