miércoles, agosto 11, 2004

Una vez estábamos en la alberca cuando un gringo en una troca de doble cabina se aventó un trompito pero andaba tan pedo el guey, que perdió el control de la camioneta y y fue a estrellarse a una de las casas que rodeaba la alberca, la neta yo sí me saqué un pedote, pero el bato estaba como inconsciente sabe que modo, y le salía un montón de mole de la maceta. Emputiza fuimos a ver qué pedo y el gringo estaba como desmayado después del putazo, yo le gritaba a la gente que alguien llamara a la ambulancia y a la policía y el Zónico aprovechó para meterse a la camioneta y ratiarse un cuadernito forrado en piel que el gringo tenía en cabina de atrás mientras hacía como que revisaba su salud. Lo bueno fue que la casa donde se estrelló estaba deshabitada porque casi se metió hasta la cocina (Pinches gringos, siempre se handan metiendo donde no los llaman) y que no se llevó a nadien de corbata. Toda la gente estaba bien preocupada y durante tres horas se la pasaron hablando sobre lo que pudo haber pasado.
El Gringo medio recobró la conciencia y lo primero que hizo fue sacar un pomito como de esos de grasa para boliar los zapatos y se tragó algo café que estaba adentro. Zónico dijo que era tabaco, pero yo nunca he visto que alguien se trague el tabaco, más bien se lo fuman ¿eda?, pero chance y si era cierto y lo hizo para disimular el aliento alcohólico ya que tenía un resto de cascos y latas de cerveza regados por toda la troca, además también tenía un chingo de cervezas sin destapar en un hielera. Andaba bien pedo el bato.
Cuando llegó la ambulancia nos regresamos a la alberca a ver, desde el agua, como los paramédicos se aventaban toda la acción.
La libreta que se llevó el Zónico estaba bien riata, era de cuero café y tenía una pluma bien chida, además, aun tenía un resto de hojas en blanco y unas cuantas hojas con quien sabe qué pendejadas escritas en ingles. Zónico me dijo que iba a usar el cuaderno como un diario.

Por la noche estuvimos pistando Ballenas. Yo, la neta, no sé tomar, casi no aguanto y me emborracho bien rapidísimo, además, las veces que he tomado mucho me la he pasado guacariando, pero dicen que en el mar uno aguanta más, así que nos fuimos a la playa con una mochila cargada de cervezas. Caminamos un buen rato porque la casa está del otro lado de la carretera, y por fin llegamos a una playa que esta semidesierta porque hay como construcciones abandonadas pero en la arena había unos ponks que habían hecho una fogata y estaban platicando y escuchando música en una grabadora, cuando pasamos junto a ellos nos saludaron y nos dijeron que nos invitaban a estar con ellos. El Zónico dijo que se notaba que no eran de Guadalajara porque si vieran (hubieran) sido de Guanatos no nos vieran (hubieran) invitado con ellos, quesque porque la banda de Guadalajara es bien mamona y bien cerrada y además porque estaban pistíandose una botella de Cacardí y si hubieran sido tapatíos estuvieran tomando chela, además hablaban bien cura, osea, hablaban como chilangos pero no de los de “chale manito� sino como chilangos fresas, de esos que alargan la terminación de las palabras, así como hablan los actorcillos de las novelas juveniles de Tv Apesta (que ve mi mamá, no vayan a creer que yo).
Luego luego les agarramos la onda y estábamos platicando de películas y música y de los videos que dan en MTV y la platica de veras estaba bien entretenida, y una vez que se nos acabaron las chelas empezamos a tomar de su botella. El Zónico ya andaba bien, pero bien pedo y estaba lleno de energía, como uforico, hablando rápidamente y casi gritando y moviendo mucho las manos para decir las cosas y quien sabe cómo estuvo que se metió al mar con todo y ropa y todos andábamos tan pedos que también nos metimos a jugar en el agua. Bien chido, la neta. En el mar, los morros nos dijeron sobre una playita chiquita que está escondida en Punta de Mita (Que es una península que cierra la Bahía de Banderas) y que estaba bien chida, que no dejáramos de faltar para ir a esa playa.

Cuando finalmente nos salimos, regresamos a la fogata a acabarnos la botella y los ponketos empezaron a platicar sabe qué cosas del neoliberalismo y del sistema y el gobierno y esas pendejadas sin interés. Según eso ellos eran anarquistas y la chingada, y la plática se puso medio pesada y como ya se había acabado el pisto nos regresamos zigzagueando a la chan.
Continuará…

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